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| martes,
28 de
junio de
2005 |
Retrato de un goleador
Villa: "Lo único que hice fue empujarla"
Mauricio Tallone / La Capital
Emanuel Villa se presentó al casting de goleadores en el partido ante River y se quedó con el papel principal. Zamarreó como un muñeco de trapo al arquero Saccone y con sus tres gritos le abrió paso a Central en la clasificación para la Copa Libertadores.
Semejantes motivos para coincidir en que fue una tarde perfecta para el delantero canalla. De esas que siempre ocuparán un renglón en su carta de recomendación. Pero Tito transita el día después como si nada, encerrado en su humildad. Hasta se anima a una confesión casi inoportuna cuando todavía las imágenes de sus goles no paran de perseguirlo.
"¿Sabés una cosa? Hubiera cambiado hacerle un gol a Newell's por los tres que le convertí a River. En esta ciudad es mucho más importante ser figura en un clásico que en otro partido", admitió la gran figura del domingo en el Gigante.
-Entonces todavía no tomaste conciencia de que le hiciste tres goles a River.
-No me puse a pensar en eso. Estoy contento porque mi actuación sirvió para conseguir una victoria que necesitábamos muchísimo. El grupo era consciente de que si le ganábamos a River, entrar a la Libertadores estaba al alcance de la mano.
-¿Fue el partido que mejor jugaste desde que estás en Central?
-No sé. Lo que pasa es que la repercusión que tiene convertirle tres goles a River no se compara con nada. En esta clase de partidos todos los ojos están puestos en tu rendimiento.
-De los tres goles, ¿cuál te gustó más?
-El segundo, el de cabeza, porque en los otros dos lo único que tuve que hacer fue empujarla.
-Tu gran mérito fue haber estado en el lugar justo para empujarla.
-En el primero y en el tercero, sí. Prácticamente empujé la pelota debajo del arco. Un día lo errás con el arco vacío y en el otro partido tenés una y la metés. En cambio, el segundo fue producto del buen aprovechamiento que hicimos de la pelota parada. Ahí hay mérito de Ledesma y los muchachos que me cortinaron. Eso me limpió el camino para aparecer por el segundo palo y meter el cabezazo.
-Y en el tercero, ¿coincidís con que Andrés (por Díaz) quiso patear al arco y le salió para donde estabas vos?
-Sí. Para mí también pateó al arco. Fue una jugada rápida. Creí que iba a convertir el gol de cabeza. Y justo aparece la mano de Saccone que me saca la pelota prácticamente de la cabeza. Recién ahí veo a Andrés que llega para patear. Por instinto me tiro unos metros atrás y le pongo el pie para desviarla. Tuve la suerte que se metió al lado del palo. Lo que se dice el or... de todo goleador.
-¿Te debías una actuación así?
-Puede ser. Porque arranqué bien y después estuve un tiempo sin hacer goles. Y eso para un delantero es terrible. Los delanteros jugamos bien cuando convertimos goles. A nosotros nos miden por eso. También le debía una actuación importante a la gente de Central, que me apoyó hasta cuando no convertía goles.
-¿Escuchaste la ovación que bajó de las tribunas cuando convertirte el tercer gol?
-Sí, la escuché. Sobre todo de la gente que estaba en la platea detrás del banco de suplentes.
-¿Pensabas que con el 2 a 0 en el primer tiempo el partido ya estaba resuelto?
-No, porque para mí el peor resultado es el dos a cero. Si ellos descontaban, la mano se nos complicaba. Había que cerrar el partido de cualquier manera. La virtud que tuvimos fue saber manejar los tiempos y bajarle la persiana con el tercer gol mío. Menos mal que pude desviar el remate de Andrés (risas).
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Fotos
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A Emanuel Villa le gustó más el segundo gol.
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