Escalofriante confesión de un asesino serial en EEUU

Un asesino serial que aterrorizó al estado norteamericano de Kansas durante cerca de 30 años se declaró ayer culpable de diez homicidios, que describió uno por uno con lujo de detalles.

Vestido con una chaqueta de color claro, camisa blanca y elegante corbata, Dennis Rader, de 60 años y pulcra barba, describió los asesinatos como si estuviera relatando un día de trabajo normal, según la cobertura en vivo desde la corte que transmitieron los medios en todo el país.

Rader, casado y padre de dos hijos adultos, fue empleado municipal en la ciudad de Wichita (Kansas), presidente del consejo eclesiástico de la Iglesia Luterana Cristiana y líder boy scout. Había sido arrestado en febrero y desde entonces permanece en prisión. El juez fijó la fianza en 10 millones de dólares.

El hombre admitió ser el asesino serial autodenominado "BTK", iniciales de "atar, torturar y matar" ("bind, torture and kill").

Sus primeras víctimas fueron un matrimonio y sus dos hijos, y la última aparentemente una mujer de 62 años.

La mayoría de sus víctimas eran mujeres a las que mató en su casa entre los 70 y los 80. El asesino cobró particular notoriedad por las cartas que enviaba a los medios y por burlarse de la policía. En un caso llamó a las autoridades para informar acerca de un asesinato, y en otra ocasión dejó evidencia que condujo a los investigadores a la escena del crimen.

Por años se perdió todo rastro de él, hasta que resurgió hace un año con una nueva serie de cartas enviadas a la prensa en las que daba detalles de un asesinato no resuelto de 1986. Podría ser condenado a cadenas perpetuas por cada uno de los diez cargos. (DPA)