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| martes,
28 de
junio de
2005 |
En respuesta
a un lector
Deseo contestar las afirmaciones hechas por el señor Reynaldo Sietecase, el día sábado 25/6, en La Capital. Yo también es la primera vez en 46 años que escribo una carta a los lectores y, aunque como usted tengo muchísimos sentimientos especiales hacia El Tala, trataré de ser objetivo, ubicado y respetuoso. Primeramente, le aclaro que el profesor Nallino no es un "empresario" como usted lo quiere hacer aparecer. Es un docente de larga y prestigiosa trayectoria, que hace diez años emprendió este proyecto debido a la carencia en esta ciudad de instituciones que otorgaran lugar a todas las prestaciones que él se propuso brindar en El Tala: escuela de natación, escuela de guardavidas, servicios a escuelas de niños con capacidades especiales, equipo de competición, el torneo internacional más importante del país que organiza año tras año, etcétera. No es cierto que el profesor Nallino no haya pagado el canon. Usted sabe muy bien, al igual que la comisión directiva, que cada centavo del canon fue depositado judicialmente debido a que la actual comisión desconoció un acuerdo firmado con la comisión anterior. Discutir en un diario los aspectos legales de este problema no es mi intención, por lo cual me enfocaré en la persona de Ricky. Durante los últimos quince años ha entrenado a mis hijos, ha viajado a innumerables torneos en el país y en el exterior, ha entrenado a cientos de chicos, llevó a su equipo de natación a lo más alto de la natación argentina y cuando en todo este proceso surgieron incontables problemas, Ricky siempre los resolvió con generosidad, nadie se quedó sin un torneo, nadie se quedó sin un viaje, quien necesitó de un medicamento y no podía costearlo, ahí estaba Ricky. Me constan su generosidad y solidaridad, también su hombría de bien y su rectitud. Puede a usted no gustarle que defienda con uñas y dientes sus intereses y por eso lo ataca con adjetivos durísimos, pero, ¿tendrá usted la misma vehemencia dialéctica para pedir perdón de confirmarse lo contrario a lo que usted expone? Por último, nadie quiso destruir nada, el profesor Nallino construyó lo que la gente común quería y por eso fue el éxito de su proyecto, pero si usted cree que se hizo millonario a costa de El Tala se equivoca de cabo a rabo, "el empresario menemista" que usted agravia es una persona humilde.
Eduardo Luis Baccaro,
DNI 13.169.134
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