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domingo,
19 de
junio de
2005 |
Demorados. Aumentó un 17 por ciento el movimiento vehicular y la ciudad le va quedando chica a su parque automotor
Con el tránsito saturado, se
complica circular en Rosario
Se vendieron este año casi un 20 por ciento más de 0 kilómetro que en 2004. Cada
mes, 1.300 nuevos automovilistas sacan sus carnés y se incorporan a las calles
Laura Vilche - Carina Bazzoni / La Capital
"¿Si el tránsito está congestionado? Qué quiere que le diga. En horas pico, un viaje desde Tribunales hasta Sarmiento y Córdoba demanda ahora veinte minutos, cuando antes podíamos hacerlo en poco más de cinco". El taxista no está solo en su queja. Automovilistas, comerciantes y hasta funcionarios advierten que el tránsito en la ciudad se ha lentificado porque hay más autos en la calle. En esto coinciden las estadísticas de la Dirección de Ingeniería de Tránsito del municipio que arrojan un incremento de la circulación vehicular de más del 17 por ciento respecto al año pasado. Las ventas de autos también están en alza y los carné de conductor no se quedan atrás: cada mes se registran 1.300 nuevas licencias. Todo un signo de reactivación que sin embargo acarrea varios problemas.
Lentas colas de automóviles en lugares muy transitados como el microcentro, la Terminal de Omnibus o las arterias que conectan la zona norte con la central son sólo algunos de los dolores de cabeza que provoca el aumento de la circulación vehicular.
"Es cierto que hay muchos más autos en la calle y que esto trae algunos problemas", reconoce el director de Ingeniería de Tránsito, Santiago Tazzioli. Sin embargo, el funcionario se niega a hablar de congestionamiento.
Por el contrario, dice que en Rosario se vive apenas un fenómeno de saturación. "Congestión es lo que se ve diariamente en Capital Federal, es no poder avanzar con el auto por 10 minutos. Eso por suerte aún no ocurre aquí. Siempre estamos cerca de la saturación porque en horas pico de tránsito avanzamos con dificultad: en lugar de hacer una cuadra en quince segundos que es lo normal lo hacemos en medio minuto", explica.
La situación se nota más en algunas zonas de la ciudad que en otras. Hay que armarse de mucha paciencia si uno quiere atravesar el cruce Alberdi y está pasando el tren: actualmente en algunos horarios se arman hasta tres o cuatro cuadras de cola.
Algo similar ocurre en la confluencia entre Avellaneda, Alberdi y Junín, principalmente desde la apertura del Shopping Alto Rosario. Y ni hablar de quien quiera llegar temprano al cine, un domingo lluvioso: debe salir con tiempo de su casa o llegará con la película empezada porque el ingreso a los complejos cinematográficos se complica.
Desde Ingeniería de Tránsito se aporta un dato más a partir de la medición de la circulación de coches que realizan en 12 puntos de la ciudad. En Avellaneda y Almafuerte, uno de los más transitados por estar cerca de la costa y en camino a los shoppings, en el 2001 pasaba por día un máximo de 15 mil autos. Esa tendencia decreció con la crisis económica, pero ahora el flujo de coches máximo por día es de 17.500.
Esto lo viven a diario los taxistas. "Ultimamente se demora mucho y no rinde el viaje. En el mismo tiempo que antes cargábamos a tres pasajeros ahora apenas llevamos a dos. Los fines de semana ni se puede andar por la zona del río", señala Guillermo Vogel, titular de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar).
Y el mayor flujo de vehículos no sólo acarrea pérdidas de tiempo, sino que a veces suma accidentes. Esto lo muestra a las claras las estadísticas del Sistema Integrado de Denuncias de Accidentes de Tránsito (Sideat) que, en el último año, hablan de un incremento del 15 por ciento de los accidentes sin heridos. Es decir, aquellos encontronazos, choques y roces producidos en gran parte por la existencia de más autos en la calle.
"Dolores del crecimiento"
Con todo, el director de Ingeniería de Tránsito es optimista. "Debemos agradecer a los problemas, son los dolores del crecimiento. Antes en el cruce Alberdi no había demora porque pasaban pocos trenes, ahora es incesante el paso de vagones hacia el puerto debido al buen rinde de la cosecha, por eso hay demoras", sostiene.
Para el director del Instituto de Estudio del Transporte de la Universidad Nacional de Rosario, José Adjiman, el incremento en la circulación de vehículos está estrechamente vinculado al crecimiento de la ciudad. "Hay una total relación entre los procesos económicos y el tránsito. En la medida en que las condiciones mejoran, la gente va más al trabajo, a la escuela, a hacer trámites, consume más esparcimiento y se mueve más. Porque para moverse hay que tener plata en el bolsillo", indica.
Y si a eso se suma el posicionamiento de Rosario como centro de servicios de gran parte del sur del litoral argentino, el número de gente que transita por las calles tiende a seguir en aumento.
De todas formas, Adjiman advierte que "a pesar de esto, las calles de esta ciudad todavía conservan cierta agilidad en su movimiento, comparándola con otras ciudades del mundo. Hay urbes que tienen fenómenos severos como la congestión o la polución y acá eso no pasa" (ver aparte).
Se calcula que el parque automotor de Rosario es de 460 mil autos. Un número que si se repartiera matemáticamente indicaría que uno de cada dos rosarinos andan en cuatro ruedas. Y esto también está en alza: de enero a abril de 2004 se patentaron 11.970 vehículos en toda la provincia, mientras que en el mismo lapso este año ya se han patentado 14.549 coches.
"El 40 por ciento de los autos que se venden en la provincia son de Rosario. Y este año se viene vendiendo casi el 20 por ciento más que el año pasado", indica el presidente de la Cámara del Comercio Automotor, Miguel Molina.
Darse cuenta que los 0 kilómetro son cada vez más es fácil. "Basta con mirar las patentes para comprobar que hay más autos nuevos. Todas empiezan con C, D y E, o sea que son coches del 2001 al 2005", remarca Vogel.
Los conductores acompañan esta crecida. Mes a mes se tramitan 4.500 licencias en la Dirección Municipal de Tránsito. Y de éstas 1.300 corresponden a nóveles automovilistas.
Frente a este panorama de bonanza, cabe preguntarse. ¿La ciudad está preparada para soportar un caudal de autos cada vez mayor? ¿Están las calles diseñadas para esta circulación?
El titular de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti), Mario Cesca, contesta rotundamente no. "Las calles de la ciudad no se bancan tantos autos, fueron pensadas para carros a caballo y autora metemos casi medio millón de autos. Faltan avenidas o calles rápidas", dice haciendo alusión a cómo la apertura de Mendoza y la remodelación de Pellegrini descomprimieron la salida hacia Funes.
Tazzioli asegura que la Municipalidad está preparándose para enfrentar este crecimiento vehicular en ascenso. "Tomamos medidas: colocamos 356 semáforos inteligentes que se acomodan automáticamente al flujo vehicular, además somos la única ciudad del país que tiene un sistema de señalización variable que indica a manera de termómetro el grado de saturación del tránsito", dice.
A esto se sumará el perfeccionamiento en la iluminación de los 607 semáforos de la ciudad con el sistema de led (lámparas con mayor vida útil, que ahorran energía y alumbran mejor).
"Es que estamos intentando por todos los medios no llegar a que el tránsito se congestione. Porque eso haría más cara e insegura la ciudad, porque si no pasa un auto, tampoco lo hace el colectivo, ni la policía o la ambulancia. Todo se retrasa y hasta se pueden perder vidas", concluye.
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