|
domingo,
29 de
mayo de
2005 |
Central no puede frenar
su caída por el tobogán
La situación futbolística no varía y peligra la clasificación a las copas
A este Central que atravesó por situaciones contrastantes en el Clausura, hoy cuesta clasificarlo dentro de un estereotipo de juego. Porque si bien al mensaje de don Angel Tulio Zof siempre se lo vinculó con un modelo ambicioso, con jugadores de buen pie, anoche esa maqueta colectiva se asemejó a un equipo sin alma y que asumió cualquier accidente del partido como un hecho irreversible.
Es evidente que Central está inmerso en una crisis futbolística y cuesta intuir que saldrá pronto de ese estado de orfandad. Para colmo las matemáticas también amenazan con soltarle la mano. Es que la derrota de anoche lo dejó en una situación menos cómoda de cara a la clasificación a las copas Sudamericana y Libertadores. Ahora tiene a Arsenal (50 puntos) y Banfield (49) que le están soplando la nuca. Y a Racing (53), River (56) y Estudiantes (58) con la posibilidad de tomar distancia porque hoy tienen que completar la fecha.
Además, el frente del futuro inmediato no está despejado. Al equipo le entró una parálisis peligrosa en un momento del campeonato que no admite demasiadas vacilaciones. Es que un par más de resultados no esperados lo podría empujar a la banquina y dejarlo afuera de las competiciones internacionales.
Por como viene la mano, este receso que sufrirá el campeonato por la disputa de las eliminatorias sudamericanas le servirá al cuerpo técnico para retocar piezas y repasar algunos conceptos futbolísticos que hoy parecen olvidados.
Central necesita rápidamente reconvertirse como equipo. Don Angel sabe que la cuestión ya no pasa por apelar a su inflador anímico. También hay que meter bisturí en el rubro individualidades. La composición del mediocampo, la zona neurálgica por excelencia de los mejores tiempos en el torneo, mutó en una suma de voluntades dispersas. La misma referencia le cabe a la defensa, cada vez más vulnerable y sin poder de resolución ante las maniobras con pelotas paradas que utiliza el rival. Ni hablar de los circuitos ofensivos, con Vitti reduciendo su injerencia a una jugada distinta por partido y con Villa corriendo a lo loco malo por todo el frente de ataque. A todo este rompecabezas don Angel deberá armarlo en el menor tiempo posible y con la inteligencia que siempre lo distinguió.
enviar nota por e-mail
|
|
|