Un equipo con actitud y que es también una caja de Pandora

Newell's tiene capital para estar mejor pero no puede encontrar el equilibrio

Gustavo Conti / Ovación

Cuál es Newell's? ¿El ordenadito del clásico, el que jugó en Tres Arroyos, en Banfield y de local ante Colón, Argentinos o Arsenal, o el que juega a matar o morir como ante Instituto, River, Estudiantes, Racing o ayer frente a San Lorenzo? ¿El que no se pone colorado para jugar al cero, como ante Vélez o Lanús fuera de casa o el que sale a buscar siempre el partido en casa? Y la respuesta es que el equipo de Ribeca es todo eso. Una caja de Pandora donde su capital más preciado es su indudable entrega, sus ganas que no lo han aburguesado en las mieles del éxito, a las que no le ha podido adosar equilibrio. Con él seguramente estaría más arriba en la tabla.

Cuando Newell's empató en el Parque con Arsenal 0 a 0 se dijo que la respuesta colectiva fue mucho más coherente, que nunca se desordenó. Pese a que a nadie le cayó bien esa igualdad, parecía haber dado un paso al frente pero fue sólo una impresión que no se corroboraría.

Aún a riesgo de ser redundante, es difícil encontrar consistencia cuando se cambia partido a partido de estrategia. Es cierto que los jugadores profesionales maman las distintas variantes tácticas desde que se van haciendo y que se supone que deben estar preparados al máximo para adaptarse a la que mejor convenga. Pero, el cambio constante da una imagen de inseguridad posicional que en la cancha se nota.

Ayer San Lorenzo lo complicó hasta con un hombre menos. Cada vez que avanzó tuvo espacios y aunque es cierto que Aguirre no está, lógicamente, al ritmo de los compañeros, y que el plantel viene padeciendo lesiones y suspensiones con dos de sus referentes como Maidana y Ré, los problemas también estuvieron con ellos en la cancha. Parece mentira que se extrañe más a Sebastián Domínguez que a Guillermo Marino.

No parece apropiado tampoco que se generen rispideces en torno a las declaraciones del preparador físico, quien dijo en la semana que algunos jugadores no le hacían caso. En la cancha no se vio ningún malestar y sería bueno para Newell's que se mantenga así.

Es que, como se dijo, Newell's no se achanchó y en la cancha no se guarda nada, y eso es un indicio de que hay capital como para estar mejor. El buen regreso de Damián Manso a un Coloso que lo aplaudió a rabiar y la sociedad que se presume puede formar con Ortega (ayer no se encontraron mucho en los 45 minutos que compartieron, primero como delanteros y luego con el Piojo de enganche en lugar de Capria), es otro dato alentador, como el hecho de continuar invicto de local (elevó a 16 partidos la racha) o a que en 4 partidos de este torneo en esa condición levantó una derrota parcial.

Quizás la cuestión será no irse a los extremos, no contentarse con un 0 a 0 buscado sin vergüenza ni ir por el gol a cualquier costo. El camino hacia un nuevo equilibrio, perdido luego de la obtención del título, está entre esas dos cuestiones.