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domingo,
29 de
mayo de
2005 |
Al Chacho, su pasado y
sentimiento lo condenan
El ex volante de Central fue el epicentro de la bronca
Era lógico. Su pasado lo condena. Ni bien Eduardo Coudet asomó su figura por la manga que lo depositó en la cancha, los hinchas rojinegros le ofrendaron una fuerte silbatina y varios insultos. Pero él lo tomó con frialdad y de respondió con aplausos y regalándoles una sonrisa irónica a los plateístas. El Chacho fue el epicentro de las reprobaciones en el Coloso. Más allá del sentimiento que siente por Central, el Chacho no quiso brindar ningún tipo de declaraciones a la salida del vestuario. "No muchachos, no voy a hablar", dijo una y otra vez ante el asedio de la prensa.
El Coloso lució ayer varios trapos colgados apuntándole al Chacho. Uno de ellos rezaba Coudet: "Soy hincha de $entral". Otro "Vendo humo. 0800.111 Chacho". Está claro para los leprosos de ley, el volante de San Lorenzo es un verdadero canalla.
Segundos antes del inicio del cotejo, los anfitriones no paraban de insultar al ex auriazul. Pero esas ofensas no hicieron más que levantarle la temperatura al pueblo rojinegro, ya que Chacho no tuvo mejor idea que saludar con sus manos abiertas a los cuatro vientos pero ocultando sus pulgares.
Al minuto y medio entró en contacto con el balón y se acordaron de su familia. A los cinco tiró una rabona, como en el clásico del 97, y se ganó más insultos. Parecía que estaba jugando su propio partido. Porque hasta que fue reemplazado, a los 77', se las rebuscó para retrucar ante cada ofensa.
Coudet se fue como entró. Encabezando el pelotón de jugadores azulgranas. Con el pecho inflado y una sonrisa irónica y provocativa. Era lógico. Su pasado y sentimiento canalla lo condenaron.
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