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domingo,
22 de
mayo de
2005 |
Carlos Abalo
"La inflación
es importada"
"La inflación en Argentina es importada", disparó el economista Carlos Abalo y arriesgó su propia cifra. "Estará entre el 10 y 12% este año", si continúan las actuales condiciones, dijo.
El analista, miembro del consejo académico del Instituto de Programación Económica y Financiera (Ipef) de la Fundación para la Integración Federal (Funif), señaló que el aumento de precios "no surge de mayor gasto público o del crecimiento sino de la caída del dólar y del aumento del precio del petróleo".
"Entre 2000 y 2003 la Bolsa de Nueva York experimentó una caída profunda y como consecuencia aumentó el precio del petróleo, porque para contrarrestar las caídas, las empresas se hicieron de valores en crudo", dijo Abalo.
Los fenómenos internacionales son centrales en una economía globalizada. Así lo señaló el economista, quien señaló que "hay presiones inflacionarias en todo el mundo y esto está relacionado con un cambio de ciclos". De todos modos, reconoció que el impacto en la Argentina es mayor porque encuentra al país en un ciclo de crecimiento.
"Hay un cambio de discusión en el ciclo internacional, hay crecimiento lento y esto cambia, pero no es seguro porque no está definido si el capital financiero se va a apropiar de esta nueva etapa o hay un renacimiento del capital productivo", dijo.
Aunque este fenómeno impregna toda la economía mundial, eso no quiere decir que no sea preocupante, advirtió Abalo, por eso reconoció que habría que aplicar políticas antiinflacionarias.
Pero en este punto aclaró: "Quizás no sea lo mejor fijar políticas antiinflacionarias que recorten el crecimiento", dijo.
Por otra parte, la inflación de la Argentina también está vinculada a su nivel de productividad. "Tenemos menos stock de productividad que Estados Unidos, estamos al 30% de eso", dijo Abalo.
Para el analista, el tema inflacionario no está ligado en lo interno al nivel de circulante. "En general las reservas mundiales se acrecentaron un 10% en los últimos tres años", explicó.
En tanto, consideró que si bien la inflación impacta en el nivel de pobreza e indigencia, explicó que una política de ajuste también opera en el mismo sentido porque dispara los índices de desocupación.
Por eso, a su juicio, a la hora de hacer recetas, "hay que reconocer que estamos ante una ola inflacionaria internacional inédita, incluso superior a las de los años 70 y no se la puede atacar de la misma forma que la híper, donde había muchas circunstancias locales involucradas".
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