|
sábado,
21 de
mayo de
2005 |
Dos experiencias que hablan
del inicio de la vida universitaria
Clarisa Ercolano /La Capital
A Lía Arias y Román Cáceres la vida les cambió singularmente desde que ingresaron a la facultad. Gracias al sistema de becas de Fundación La Capital, cursan desde abril las carreras de relaciones laborales y diseño gráfico, respectivamente.
Lía concurre a la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (Ucel) y dice sentirse feliz por haber encontrado en poco tiempo un importante círculo de afectos dentro de la institución. "Esta carrera es lo que esperaba", asegura satisfecha previo a contar que antes de terminar la secundaria ya se sentía atraída por las relaciones laborales, pero temía que la imposibilidad económica de costear la facultad, la alejara de su meta. En Villa Constitución, su lugar de residencia, sólo existen institutos terciarios que ofrecen esa carrera y Lía estaba decidida a estudiar relaciones públicas en la universidad estatal y luego perfeccionarse en la especialidad laboral.
Román también describe su ingreso a la facultad como un hecho auspicioso. En la Universidad Abierta Interamericana (UAI) asegura encontrar contención y sobre todo la posibilidad de desarrollar su vocación. La escuela a la que concurría Román fue la encargada de inscribir a sus alumnos en el sistema de becas de La Capital y fue él quien resultó beneficiado. Al igual que Lía, la carrera de Román tampoco existe en la oferta de la facultad estatal.
Adaptarse al ritmo de estudio de la facultad no es tarea sencilla. Lía todos los días viaja desde Villa Constitución y acomoda los horarios de estudio y los viajes para perder el menor tiempo posible. "La clave está en no dejar acumular apuntes", dice y coincide con Román que cuenta, "ya estamos organizando un grupo de estudio para que los trabajos resulten más sencillos". Román utiliza gran parte de su tiempo para realizar los trabajos prácticos que hasta ahora son predominantes en su carrera.
De cara al futuro, Lía piensa recibirse y regresar a su ciudad para intentar ingresar en la poderosa fábrica Acíndar pero no descarta la posibilidad de ingresar en una consultora. Román, mientras tanto, cree que sería bueno trabajar primero en una empresa en relación de dependencia para poder luego dedicarse a su gran pasión: el diseño de automotores.
enviar nota por e-mail
|
|
|