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sábado,
21 de
mayo de
2005 |
Horas decisivas. Se espera que el presidente aumente los subsidios a los ómnibus
Sólo un decreto de Kirchner podrá
frenar un conflicto en el transporte
Por ahora, la suba salarial otorgada a los choferes de colectivos no puede ser pagada por los empresarios
Horas decisivas. Eso es lo que se vive en el transporte local, donde los empresarios esperan la firma de un decreto del presidente Néstor Kirchner que amplíe los subsidios al sector y rebaje el precio diferencial con el que abonan el gasoil. De eso depende que puedan pagar un aumento cercano al 25 por ciento en los salarios de los choferes que fue acordado con el gobierno nacional. Por ahora, no hay nada, y si no se abonan los incrementos podría generarse un escenario de conflicto cuyas consecuencias nadie se anima a predecir, pero que sin dudas repercutirá en los usuarios.
La sola firma del decreto -previsto para el lunes- quizás no sea suficiente para evitar un posible escenario de conflicto. "Hay que ver qué firma y cómo distribuye los subsidios", indicó el titular de la empresa Las Delicias, Rubén Rodríguez, al tiempo que dejó en claro que por ahora "no se está tratando del mismo modo a los empresarios de Capital Federal y Buenos Aires y a los del interior del país".
Lo mismo opinan en la Secretaría de Servicios Públicos local, donde su titular, Clara García, aún no termina de digerir el hecho de que en su periplo por Buenos Aires sólo haya sido recibida por funcionarios de tercera línea de la Secretaría de Transporte de la Nación.
El despacho del titular de esa área, Ricardo Jaime, sólo abrió sus puertas a los empresarios porteños, quienes también se mostraron preocupados por el modo de afrontar el aumento salarial de sus choferes.
En ese encuentro, Jaime se comprometió a aumentar los subsidios para el sector y rebajar de 82 a 42 centavos el precio diferencial con el que pagan el litro de gasoil.
Claro que ese acuerdo, que aún no está cristalizado, no se trasladó al interior del país, lo que rápidamente movilizó a los empresarios de las principales ciudades argentinas.
De su encuentro con funcionarios de la Secretaría de Transporte, García se trajo la promesa de que los empresarios del interior también serían contemplados en el decreto que este lunes firmaría Kirchner.
Ahora bien, nadie sabe a ciencia cierta qué es lo que en realidad firmará el presidente. "Si Jaime le dijo a los empresarios porteños que aumentarían los subsidios al sector para preservar la paz social, queremos creer que también les interesa que esa paz social se conserve en el interior", estimó ayer García.
El acuerdo por dentro
Para entender qué es lo que podría suceder el lunes si Kirchner no es equitativo con el manejo de los subsidios al transporte en todo el país, hay que analizar primero cómo se maneja en la actualidad ese dinero.
Por estas horas, el transporte de pasajeros recibe un subsidio cuyos fondos salen de un porcentaje que todos los argentinos pagan cada vez que cargan gasoil. Así, en el precio de cada litro está cargado un gravamen que se destina a este subsidio del transporte.
Su nombre es Sistema Integral del Transporte Automotor (Sitau) y los fondos que lo integran se distribuyen un 70% en las empresas de Buenos Aires y Capital y el 30% restante en el interior del país.
Según explicó García, "ese dinero llega todos los meses y se distribuye entre las empresas de acuerdo a distintas variables, entre las que se contemplan los kilómetros recorridos y los pasajeros transportados".
Paralelamente a ese subsidio, el gobierno nacional también fijó un precio diferencial para el transporte de pasajeros, que es de 82 centavos. Y por estas horas los empresarios porteños tendrían la promesa de Jaime de llevarlo a 42 centavos.
Esta rebaja en el precio diferencial y un incremento en el monto del Sitau constituyen el corazón del acuerdo al que llegaron los empresarios porteños para solventar el aumento salarial de los choferes.
En la otra vereda y expectantes, están los empresarios del interior, quienes esperan que se los incluya en este acuerdo que firmaría este lunes el presidente, aunque la letra chica del decreto es un misterio.
"El aumento del Sitau sería de unos 21 millones de pesos que nosotros queremos que se distribuyan equitativamente en todo el país y no como se hace en la actualidad", puntualizó Rodríguez, quien además tiene esperanzas de que el precio diferencial de 42 centavos por litro de gasoil también llegue al interior del país.
Sólo así se podrá afrontar el aumento salarial al que accedieron los choferes, que llevó el salario básico en Rosario de 1.300 a 1.635 pesos y que deberá hacerse efectivo el cuarto día hábil de junio. Hasta ahora, los distintos aumentos de salarios no fueron acompañados por incrementos de tarifas (ver infografía).
Desde la Unión Tranviarios Automotor (UTA) local no quieren aventurarse a predecir qué sucederá si el aumento no se hace efectivo. "Tenemos que esperar hasta ese día y ver qué pasa", se limitó a decir ayer el secretario gremial, Miguel Moyano.
Algo es seguro, los empresarios locales tienen en claro que si el decreto presidencial no colma sus expectativas la solución no pasará por aumentar el boleto. "Acá subir la tarifa no soluciona el problema, es más, nos quitaría pasajeros", analizó Rodríguez. El empresario cree que la única salida para evitar el conflicto con los choferes pasa porque "la Nación trate de igual modo a todos los empresarios del transporte del país". Lo mismo opina García.
Por ahora sólo resta esperar qué dirá el decreto presidencial. No obstante, el hecho de que Jaime sólo conozca las caras de los empresarios porteños y ni siquiera reciba a los funcionarios rosarinos siembra algunas dudas de cara al futuro.
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El presidente podría firmar el decreto de aumento de subsidios el lunes.
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