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sábado,
14 de
mayo de
2005 |
Estudio "derecho"
actúo por "izquierda"
El doctor Silberstein parece haber entendido que ante situaciones que ponen en juego intereses personales es preferible olvidar lo aprendido en los códigos y utilizar el tráfico de influencias. Quisiera creer que esta es una visión particular del decano de la Facultad de Derecho y no un modus operandis de los abogados que se forman en esos claustros, porque entonces el derecho de defensa de todo ciudadano corre serio peligro, mejor dicho no existe. Situación terriblemente delicada y digna de una seria investigación, considerando que este personaje resume en su lamentable persona la tan vapuleada Justicia y la tan deteriorada educación. Esperemos que esa investigación se dé en un marco de objetividad y honestidad al que no pueda acercarse el largo brazo de las influencias que el decano maneja con total falta de ética. Hoy lo escuchamos quejarse por ser tapa de La Capital pero sin embargo no le molestó rodearse de micrófonos cuando él mismo organizó una movilización para presionar a un juez federal. ¿No es esto hacer lobby? ¿No es el lobby un tráfico de influencias? Justo hoy, cuando le toca estar en el banquillo del acusado, se va a quejar de la manipulación mediática de la Justicia. ¿Dónde vivió desde que recibió su título, o lo que es peor desde que accedió al decanato de Derecho? Indudablemente, esta es una historia que como en "Las mil y una Noches", remitirá a muchas otras historias.
DNI 16.778.829
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