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domingo,
08 de
mayo de
2005 |
Gira presidencial. EEUU admite su culpa por la división del Viejo Continente tras la derrota del nazismo
Bush cuestionó la opresión soviética
que soportaron los países del Báltico
Dijo que la instauración del comunismo en Europa del este fue una de las mayores injusticias de la historia
Riga. - El presidente George W. Bush elogió ayer en Lituania las jóvenes democracias en tres países previamente controlados por la Unión Soviética, indicando que EEUU nunca olvidará la opresión comunista que soportaron durante medio siglo. Su visita a Lituania, una escala antes de viajar a Moscú para celebrar el 60º aniversario de la derrota de la Alemania nazi, ha causado indignación en el presidente de Rusia Vladimir Putin.
"Reconocemos vuestra dolorosa historia", dijo Bush tras reunirse con los líderes de Lituania, Estonia y Letonia. Bush dijo que las repúblicas del Báltico "son un símbolo increíblemente importante de lo que significa la libertad en esta zona". Agregó que la dominación soviética de Europa del este "fue una de las mayores injusticias de la historia, pero admitió que EEUU también jugó un rol central en la división del continente tras la Segunda Guerra Mundial.
La nueva arremetida contra el pasado soviético y el sorpresivo mea culpa en nombre de EEUU centraron el discurso con que Bush inauguró formalmente en Riga, capital letona, una gira por cuatro países del Viejo Continente para conmemorar los 60 años de la derrota de la Alemania nazi, en 1945. El mandatario también exigió que se realicen elecciones limpias en la ex república soviética de Bielorrusia, el último bastión dictatorial en Europa. Los comicios deben celebrarse en 2006.
Pero Bush repartió ayer culpas y dijo que el acuerdo de Yalta de 1945 entre el ex presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, el ruso Josef Stalin y el premier británico Winston Churchill, "siguieron la injusta tradición de los pactos de los pactos de Munich y Molotov-Ribbontrop".
Durante las Conferencias de Yalta, celebradas en 1949 en esa ciudad de Ucrania, Roosevelt, Stalin y Churchill dividieron en secreto a Europa en territorios de influencia, en una repartición que condujo a inclusión de Europa del este al bloque soviético durante casi medio siglo. El acuerdo de Munich causó el desmembramiento de Checoslovaquia, mientras que el pacto de Molotov-Ribbentrop selló la dominación soviética de los tres países bálticos, Letonia, Lituania y Etonia. "Estos intentos de sacrificar la libertad en nombre de la estabilidad dejaron un continente dividido e inestable. No repetiremos los errores de otras generaciones, excusando la tiranía y sacrificando la libertad", dijo Bush en su discurso, pronunciado en un centro cultural de Riga, la capital letona.
El acuerdo de Yalta, que dio a Stalin todo Europa del este, le valió grandes críticas a Roosevelt, quien fue acusado de haber entregado a la dominación comunista a esa parte del continente.
La escala de Bush en esta república báltica ocasionó una carta de protesta de Moscú. El gobierno ruso se mostró indignado de que el presidente norteamericano visitase Letonia y Georgia durante su viaje europeo. Cuando se le preguntó si EEUU no estaba entrometiéndose en el patio trasero de Rusia, Bush respondió que la libertad es un derecho universal. "Continuaré hablando con la mayor claridad que pueda al presidente Vladimir Putin para indicarle que es en el mejor interés de su país que tenga democracias en sus fronteras".
Bush dijo que también comprendía el resentimiento contra Rusia entre países de la región báltica. Los tres Estados bálticos -ocupados por los nazis desde 1941 a 1945- quieren que Moscú reconozca que la derrota alemana y el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa abrió paso a la férrea dominación soviética en el este de Europa.
El jefe de la Casa Blanca afirmó que la dominación soviética del centro y del este de Europa luego de la Segunda Guerra Mundial será recordada "como uno de los grandes males de la historia".
El presidente ruso, Vladimir Putin, rechazó ayer tajantemente declaraciones hechas por Bush esta semana sobre la "ocupación y la imposición del comunismo" en los países bálticos y pidió a su par norteamericano que no intente darle lecciones de democracia. El jefe del Kremlin también dijo que los países bálticos se unieron por su propia voluntad al bloque soviética y que sus reivindicaciones actuales buscan desviar la atención de su pasado colaboracionista con los nazis.
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Manifestantes lituanos repudian la ocupación soviética.
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