|
miércoles,
27 de
abril de
2005 |
Argentino ganó el clásico y confía zafar del descenso
Domingo Celsi / La Capital
Argentino tiene en claro que su objetivo es la permanencia en la Primera B y ayer lo demostró claramente. Golpeó en los momentos clave y por eso terminó quedándose con un triunfo que le permitió acercarse un poco más a Social Español, su principal rival en la lucha por quedarse en la categoría. La victoria salaíta en el clásico no admite discusiones porque supo aprovechar sus chances, pero además porque contó con la complicidad de un Central Córdoba demasiado tibio a la hora de generar juego cuyos jugadores, salvo un par de excepciones, dieron la impresión de que la camiseta les queda demasiado grande.
El partido arrancó parejo, con un par de aproximaciones por cada lado, pero bastó con que Argentino apretara el acelerador para que la historia comenzará a inclinarse. Sandro Sánchez aprovecho el quedo de los defensores del equipo de Tablada para ganar de arriba en un centro de Farías y clavar el 1-0.
En la jugada siguiente el travesaño evitó que el Sala ampliara la ventaja al devolver un cabezazo de Mauricio Verón, la figura del partido, ante un Ozafrán que no atinó a reaccionar. Enseguida, Gabriel Guillaume sacó un penal de la galera para que Walter Ledesma pusiera el 2-0.
Córdoba logró rápidamente el descuento a través de Diego Avila. La primera etapa se fue con el 2-1 y todo hacia suponer que en el complemento Córdoba saldría con todo a buscar la igualdad, pero fue apenas una ilusión.
Con sus necesidades a cuestas, el salaíto se abroqueló bien en el fondo y le cedió el terreno y la pelota a un híbrido Central Córdoba que fue incapaz de resolver el acertijo defensivo planteado por Argentino y terminó jugando al pelotazo, algo que sólo sirvió para que los defensores albos terminaran con la cabeza llena de chichones de tanto devolver lo que llovía.
Los minutos fueron pasando y sí el salaíto hubiera estado derecho hasta podía haber construido una goleada. Porque cada contra era medio gol, pero Maldonado y Sandro Sánchez en un par de ocasiones dejaron pasar la oportunidad de conseguir un triunfo histórico.
Como contrapartida, Córdoba solamente tuvo una oportunidad sobre el final cuando Carlos López mandó al córner un remate de media distancia de Avila. Demasiado poco para un equipo que al comienzo de la temporada apuntaba a luchar por el ascenso y se hunde cada vez más en la tabla.
Argentino todavía tiene cinco finales por delante, pero el triunfo en el clásico puede ser fundamental para levantar la autoestima de un equipo que durante gran parte del torneo dio la impresión de que tenía la suerte echada. Sin embargo, soportó cambios de técnicos, problemas institucionales y ahora que el torneo entró en la recta decisiva se acostumbró a ganar seguido. Sí logra aguantar la presión, sus hinchas pueden soñar con la permanencia.
En la vereda de enfrente la historia es totalmente distinta. Con el año perdido, ya piensan en la próxima temporada, aunque sólo Dios sabe qué le deparará el destino.
enviar nota por e-mail
|
|
Fotos
|
|
Toda la fiesta de Argentino en el Gigante de Arroyito.
|
|
|