Sospechan que otros 252 mil dólares se esfumaron de la Caja de Ingenieros

La falta de respuestas por parte de las autoridades de la Caja de Previsión Social de los Profesionales de la Ingeniería acerca del destino de 252 mil dólares que deberían estar al resguardo de la entidad, llevó a algunos de los colegios profesionales que la integran a sospechar que ese dinero desapareció de las arcas de la misma forma que los 375 mil dólares que estaban depositados en un cofre de seguridad del Banco Municipal. Si se comprobara este nuevo faltante, el perjuicio económico de la institución rondaría los 627 mil dólares, algo así como 1.880.000 pesos.

Hace ya una semana la fiscal Graciela Argüelles investiga la misteriosa desaparición de 375 mil dólares que la Caja tenía guardados en un cofre de seguridad de la casa central del Banco Municipal de Rosario. El hecho salió a la luz cuando la entidad, que nuclea a seis colegios profesionales, dispuso la apertura de ese y otros dos cofres que tenía (otro en el mismo banco y un tercero en el Banco de Santa Fe) a fin de hacer un arqueo en vistas al balance de fin de año.

Pero la apertura de las cajas no pudo realizarse en forma normal. Es que, coincidentemente, una semana antes de que se descubriera el faltante se había suicidado el presidente de la Caja, el arquitecto Alberto Traverso, quien tenía en su poder las llaves de las cajas con que operaba la institución. Por ello, el secretario de la entidad, Oscar Amatriain, otros dos directivos y una escribana, fueron al Banco Municipal a constatar qué había en los cofres y, con la ayuda de un cerrajero, accedieron a los mismos. Al encontrarlas vacías radicaron la correspondiente denuncia.

A mediados de la semana, la fiscal Argüelles elevó al juez de Instrucción Adolfo Prunotto Laborde, una serie de peticiones para avanzar en la pesquisa. Entre ellas solicitó la realización de una auditoría contable con el fin de constatar que el dinero denunciado como faltante realmente estuviera en el patrimonio de la Caja. También aclarar las circunstancias en las que murió Traverso, en una habitación de su vivienda particular. Y los contratos de locación entre el Banco Municipal y la Caja por la tenencia de los dos cofres.

Más allá del vaivén judicial, el hecho puso en estado de alerta a los seis colegios profesionales que aportan a la Caja de Previsión. Ellos son, los colegios de Arquitectos, Ingenieros Civiles, Maestros Mayores de Obras, Ingenieros Especializados, Agrimensores y Agrónomos.

En ese orden, el viernes el Colegio de Arquitectos realizó una asamblea donde el tema fue puesto en el tapete. Es que a lo largo de la semana las autoridades de la entidad buscaron respuestas a numerosas preguntas en los actuales directores de la Caja y sólo obtuvieron más incógnitas y algunos silencios.


¿Otro faltante?
"Aquí está en juego el futuro de 1.200 familias que dependen de las prestaciones sociales y jubilatorias de la Caja", aseguró la presidenta del Colegio de Arquitectos de la Provincia de Santa Fe, Graciela Garate. "A esta altura de los acontecimientos, las empresas y las personas que hacen sus aportes a la Caja empiezan a tener dudas por el destino que se les ha dado a esos fondos" agregó la profesional.

Es que según datos recabados por los arquitectos, al día de hoy la Caja reconoce el faltante de "todo el efectivo disponible" y deja constancia de la existencia de un plazo fijo que "garantizaría las coberturas y el funcionamiento de la entidad por un mediano plazo" que no excedería los dos meses.

"Nosotros nos enteramos de lo ocurrido por medio de las publicaciones periodísticas, porque oficialmente nadie nos dio cuenta desde la Caja", manifestó Garate. Por ello, desde el Colegio de Arquitectos se intentaron establecer contactos con las actuales autoridades de la entidad previsional sin éxito alguno. Y, como último recurso, el Colegio se presentó en compañía de una escribana para de esa forma recabar información al respecto.

Así las cosas, el viernes al mediodía se entrevistaron con el vicepresidente de la Caja, Juan Cayetano Cignoli, quien confirmó el faltante de los 375 mil dólares de las cajas de seguridad y la contratación de un estudio para la realización de una auditoría externa que permita comprobar el destino de esos fondos. Asimismo, las autoridades sostuvieron que "no existe inconveniente financiero algunos para la Caja respecto de prestaciones de salud, como así también para el pago de jubilaciones, asistenciales, pensiones, jubilaciones y proveedores".

Pero el silencio de parte de las autoridades de la Caja llegó cuando desde el Colegio de Arquitectos se solicitó saber acerca del destino de 252 mil dólares que la entidad tenía en carácter de guarda o custodia y que corresponden al llamado "Fondo de Transplantes". Es que el arquitecto Traverso, además de ocupar la presidencia de la Caja era secretario de la Federación Argentina de Entidades Profesionales para el Fondo Solidario de Salud. Y en el último balance de esta entidad consta que esos 252 mil dólares debían estar bajo custodia de la institución rosarina.

Al respecto, el ingeniero Cignoli manifestó a los arquitectos que "de acuerdo lo resuelva el Directorio será puesto en conocimiento el juez actuante". Esa falta de respuesta generó la sospecha: "Nosotros no sabemos si ese dinero está o también desapareció misteriosamente", aseguró Garate, quien ante el silencio se inclina a pensar en lo peor.

La sospecha creció cuando el presidente de la Federación, el ingeniero santafesino José Aglietto pidió hace un par de meses la devolución del dinero en custodia de la Caja y desde esa entidad le negaron respuesta.

Finalmente, la presidenta del Colegio de Arquitectos sostuvo que como resolución de la asamblea de afiliados solicitarán "el corrimiento de las actuales autoridades de la Caja" al considerar que, mientras la Justicia investigue, "para nosotros cabe la sospecha de que puede haber corresponsabilidad de su parte en el faltante de los fondos".

Juan Cignoli, el fallecido Alberto Traverso y Oscar Amatriain, autoridades de la Caja.