Luchemos por un fútbol mejor

Luis Alberto Yorlano

Hace una semana el fútbol argentino coronaba a Newell's como campeón del Apertura 2004. Primero fue Avellaneda, con los rojinegros como locales en la casa de los reyes de copas, cosa muy poca vista en nuestro país. Después de la vuelta olímpica muchos, emulando a los equipos capitalinos, cuando se aprestaban al retorno hacia Rosario, hicieron el tradicional festejo en el Obelisco, para después buscar la autopista que los llevaría al Monumento y después al Coloso del Parque para la vuelta olímpica de los jugadores en su casa.

En los últimos meses, cuando Boca y River, no eran los equipos carismáticos y redituables para los grandes intereses de los hombres del sistema, estos comenzaron a señalar las anomalías que presentaba el torneo que hace siete días llegó a su fin. Recuerdo cuando Maradona, dijo "la pelota no se mancha". Les quiero recordar que todo lo que sucedió no lo empezó el periodismo como algunos quieren hacer creer a la gente. Los jugadores fueron los que metieron cizaña para quedar bien con sus hinchadas, uno dijo "si para evitar que salga campeón Ñuls, hay que darle los puntos a Estudiantes, no tengo problemas en ir para atrás". Este dicho corresponde a Emanuel Villa, jugador de Rosario Central, que dando prueba de una gran pobreza de principios después dijo " lo sacaron de contexto", cuando la grabación dice todo lo que él dijo. Luego aparecieron las hinchadas amigas, que utilizando las apretadas amenazaban a sus jugadores que debían dejar ganar a tal o cual equipo por amistad. Luego los horrores arbitrales en algunos partidos y la seguidilla de participación de determinados árbitros con algunos equipos. Algunos dirigentes también aparecieron en escena.

El polémico Capriotti, apuntó al sistema, y dijo que a "San Lorenzo, Bassi, lo había volteado frente a Newell's" y en Arroyo Seco, el viernes de la semana pasada, Julio Grondona, presidente de la AFA, decía que "algunos medios estaban nerviosos porque no tenían mucho que decir y vender si no estaban los equipos grandes en la pelea del título". Y con respecto a los barras que apretaban a los jugadores, remató "estos tipos hasta hacen expulsar jueces y los sacan de la cárcel, porque dicen que se resfrían" y amplió "los dirigentes no estamos para sacar a los violentos , lo deben hacer los que cobran para cumplir esa tarea" y la frutilla de la torta apareció en el partido Independiente contra Newell's y cuando Insúa convertía el segundo y levantó la algarabía del banco de los rojos con Monzón a la cabeza. Gallego dando una vez más pruebas de sus limitadas actitudes de convivencia, amenazó, diciéndole "cuando me haga cargo de la dirección técnica del club, los voy a rajar a todos". ¿Qué quiso decir? ¿Que no debían haber ganado?

Es hora de festejos y como hijo de esta ciudad, me adhiero. Pero por respeto a todos quiero que se terminen las cosas raras en el fútbol. Que se empiecen por callar los que trabajan de jugadores de fútbol, que los árbitros observados que se dediquen a otras cosas y los dirigentes actúen con criterios ecuánime y que una vez por todas tengan el mismo peso los representantes de los equipos chicos y grandes. Y los nuevos socios en este negocio, los barrabravas, sean tratados como los que son: integrantes de una asociación ilícita. l