| domingo, 19 de diciembre de 2004 | Boca: Benítez se consolidó como el DT Así como los últimos acuerdos bilaterales le abren las puertas a China, la reciente conquista de la Copa Sudamericana de fútbol terminaron de catapultar a otro Chino: a Jorge Benítez, como el DT consolidado de Boca Juniors, para la temporada 2005.
Cuando el mismo protagonista se encaminaba a proferir ante quien quisiera que lo suyo era solamente "un interinato", los últimos resultados obtenidos por la escuadra xeneize, un explícito respaldo de los componentes del plantel y la falta de consenso exhibida por otros candidatos al puesto terminaron convenciendo al presidente Mauricio Macri y a sus pares de CD a no modificar la situación.
Porque, con Benítez, quien "apagó el incendio" luego de la apurada partida de Miguel Brindisi, el equipo halló una identidad que no había mostrado en el ciclo anterior, se acomodó de atrás para adelante y empezó a conseguir los resultados deseados.
El mérito del Chino consistió, tal como lo apuntan los que lo conocen, en el hecho de motivar a jugadores que parecían deambular por la cancha y no daban pie con bola, cualquiera sea el compromiso que asumieran (ya sea por el Apertura local o por la Sudamericana continental).
Es que el pueblo xeneize, como muchos otros, es por demás exigente. Y más allá de los logros, lo que pretende, es esa demostración del fuego sagrado que siempre distingue a un jugador vestido con la azul y oro.
Esa falta de concentración, la pérdida de la memoria o lo que fuere había pegado muy fuerte y después del 0-2 ante River Plate en el estadio Monumental, aquellos valores que habían ganado todo algunos meses atrás ya estaban próximos al retiro, según la consideración del hincha.
Entonces, se hablaba de que a Diego Cagna no se le renovaba el vínculo para el año entrante, de que Christian Traverso había regresado "a robar", de que Alfredo Cascini estaba consumiendo sus últimos cartuchos en el club de La Ribera. E inclusive hasta aparecieron cuestionamientos para personajes con chapa de ídolos como Guillermo Barros Schelotto o, en menor medida, el goleador Martín Palermo.
Benítez supo canalizar todos esos caminos divergentes y unirlos, a partir del orden táctico, en el que llevó a los jugadores a recuperar la confianza y así volver a erigirse en patrones de un circo continental futbolístico que, es cierto, está por demás devaluado, pero -como se dice habitualmente- "es lo que hay".
Por ello, ante las negativas de otros DT acostumbrados a las paradas grandes como Alfio Coco Basile o Carlos Ischia a ocupar la silla de entrenador, Benítez fue ganando consenso entre los directivos y mañana, el presidente Macri lo propondrá para continuar al frente del plantel, a partir del 2005. Y, por cierto, que será ratificado. enviar nota por e-mail | | |