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 domingo, 19 de diciembre de 2004  
Ansiedad: Embarazo sin estrés

El embarazo, aunque sea deseado o planeado, siempre trae una carga emocional de ansiedad y estrés. Es normal sentir preocupación por los eventos que se sucederán: el trabajo de parto y la subsiguiente responsabilidad de la maternidad. La embarazada experimentará cambios físicos y en el de su bebé al ir pasando los meses. Hay que reconocer también que el estado hormonal va cambiando y que esto afecta a las emociones.

A veces el solo autorreconocimiento de esta situación estresante la ayudará a sobrellevarla con menor dificultad. Otra posibilidad es una charla sincera sobre los temores con el compañero, con algún familiar o con el médico.

No se debe olvidar que el ambiente familiar que rodea a la futura mamá no escapa a la presión: la pareja, los otros hijos o los parientes cercanos se ponen ansiosos anticipando la llegada del bebé. En este entorno también el mejor consejo es un diálogo abierto en el que se compartan preocupaciones y temores. Para hacer frente al estrés se sugiere:

* Tomar papel y lápiz y redactar una lista con las preocupaciones. No piense demasiado, sólo escríbalas a medida que le vayan viniendo a la memoria.

* Tómese algún tiempo para pensar en su lista. ¿Qué puntos puede cambiar? ¿Puede hacerlo? ¿Quién puede colaborar? Escriba las respuestas y abóquese a resolverlas.

* Comparta esa lista con alguien de su confianza, por ejemplo su médico.

* En el caso de ser primeriza, informarse adecuadamente sobre todos los aspectos de la gestación y el parto a través de libros, videos o cursos porque ayudará a disipar temores. La experiencia grupal de las clases de preparto es de gran utilidad al permitir compartir experiencias entre las embarazadas.

* Si no existen contraindicaciones médicas, la preparación física al parto contribuirá a un mejor estado general.

* Tomarse todos los días algún tiempo para el relax. Algunas posibilidades son:

* Un baño o ducha tibia.

* Música suave.

* Masajes.

* Caminatas.

* Respiración consciente.

No es aconsejable negar la carga emocional que significa el embarazo para cualquier mujer. Como en muchas otras circunstancias de la vida, lo sano es tomar control de la situación y aprovechar esta oportunidad para crecer física y espiritualmente.

Mirta de Fussi. Profesora.


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