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 domingo, 19 de diciembre de 2004  
"No se puede pedir un Estado censor que vigile las obras de los artistas"
Sectores de la Iglesia defendieron la resolución judicial y argumentaron que "todos los credos" la avalan

El jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra, y el artista plástico León Ferrari, cuestionaron duramente la medida judicial que cerró en forma preventiva la muestra que se exponía en el Centro Cultural Recoleta, en Buenos Aires, mientras sectores de la Iglesia Católica defendieron la resolución.

Ibarra, quien confirmó que el Estado porteño apelará la decisión judicial, advirtió que "no se puede pedir un Estado censor que controle las obras que exhiben sus artistas", y se manifestó en contra de la decisión "porque un juez se pone, en definitiva, a decir qué puede ver la gente y qué no puede ver".

En tanto, Ferrari manifestó que su muestra retrospectiva es un "éxito", y que, si la obra "señala la intolerancia, la clausura la confirma".

La polémica obra recibió la visita de unas 30 mil personas desde su inauguración, hace tres semanas, pero fue clausurada antenoche en forma provisoria por orden de la jueza en lo Contencioso Administrativo número 4, Elena Liberatori.


La opinión de la Iglesia
Por su parte, el presbítero Guillermo Marcó, director de prensa del Arzobispado de Buenos Aires, sostuvo que "la opinión en contra" de la exposición "ha sido unánime de todos los credos".

"Aquí la opinión en contra ha sido unánime de todos los credos, entonces me parece que si esto es un gobierno democrático, como dice el doctor Ibarra, debería por lo menos atender un reclamo legítimo, y eso es lo que hace la Justicia", manifestó Marcó.

En declaraciones radiales, el vocero del Arzobispado dijo que "siempre la obra de Ferrari ha generado polémica, ha buscado publicidad de esta manera", en tanto comentó que "hubo un permanente pedido de la gente, que iba llorando a la Parroquia del Pilar (ubicada al lado del Centro Cultural Recoleta, donde se exponía la obra) a decirle al padre Rómulo (Puiggari) que hiciera algo".

"Estamos en un Estado de derecho y, frente a él, así como la comunidad judía se defiende a través de la Daia y hace sus manifestaciones, y está muy bien, lo que nosotros estamos diciéndole a nuestra comunidad, a nuestra feligresía y a nuestra sociedad, es que nosotros también estamos en un Estado de derecho, por lo que peticionamos a las autoridades", aseveró Marcó.

Previamente a la clausura, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (Daia) intervino en la polémica y a través de su vicepresidente primero, Jorge Kirszenbaum, desestimó apreciaciones del artista, que acusó a la Iglesia católica de antisemita.


"Demostración de intolerancia"
"Creo que son sectores que no representan a todos sus fieles. Me extraña en los judíos, puede que no sepan que la Iglesia (católica) sigue haciendo antisemitismo: en su liturgia dispone que se lean y comenten en Pascua cinco versículos de San Pedro contra los judíos como autores de la muerte de Cristo", declaró León Ferrari.

Por otra parte, el artista respondió con ironía que agradece mucho a la jueza porque con su medida "demostró su intolerancia y la de una parte de la sociedad".

La suspensión de la muestra, que había sido fuertemente criticada por el cardenal Jorge Bergoglio, quien pidió a los creyentes que no acudieran a la exposición, se ordenó a partir de una medida cautelar presentada por la agrupación católica "Cristo Sacerdote".

Según se argumentó en el fallo, con la obra "se han lesionado los sentimientos religiosos de la enorme mayoría de los habitantes de esta ciudad".

Para efectivizar la decisión, se pidió una caución real por el monto de 170.000 pesos, que fueron depositados en el Banco Ciudad a la orden del juzgado, por parte de la asociación que exigió el cierre.


Para un debate
El secretario de Cultura porteño, Gustavo López, remarcó que le "preocupa muchísimo el fallo" que dictó Liberatori. "En la historia de la humanidad (hubo) artistas encarcelados, hasta quemados en la hoguera y, sin embargo, después fueron reconocidos", comentó.

López señaló que le "preocupa, porque creemos que podría estar excediéndose la jueza y cercenando la libertad de todos los demás, de aquellos que querían ir y ahora no pueden".

"Yo creo que (la muestra) no discrimina a la religión católica, por eso fue permitida por el Gobierno de la Ciudad", ya que "si discriminara a la religión católica como a cualquier otra religión, no podría haber estado permitida".

López agregó que "las leyes anti discriminación, en general, tratan de proteger al más débil, al diferente, porque es el que en general, desde el poder y desde el Estado, ha sido perseguido".

La opinión de un artista a través de sus obras, dijo López, "no sólo está garantizada en términos constitucionales o legales, sino que es parte de la única posibilidad que tiene el artista, que es crear en libertad", ante lo cual "el Estado debe garantizar esa libertad".

El funcionario dijo que "nadie puede dudar" de que la muestra del artista argentino se trata de arte. "Esto debería servirnos para discutir acerca de la intolerancia, acerca de los abusos de poder, acerca incluso de este mismo tema: si tiene que tener o no límites la creación artística", señaló el funcionario porteño. (DyN)
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"La civilización occidental y cristiana", una de las obras de Ferrari.

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