| martes, 12 de octubre de 2004 | El nuevo goleador de la selección, Luciano Figueroa, desparrama alegría por su buen momento Luciano Figueroa, el chico de la tapa El ex delantero de Central relata cada uno de sus goles en detalle. Su sociedad con Riquelme. Y no se olvida del Chelito Delgado Mauricio Bártoli / La Capital Estaban Riquelme, Saviola, Sorín y una larga lista de ilustres jugadores argentinos, pero los micrófonos y las cámaras apuntaron a Luciano Figueroa. Y, destacado en un equipo de estrellas, de esta selección nacional de fútbol que vive un apasionado romance con la gente, todos los presentaron como "el goleador".
En un mediodía repleto de periodistas en el predio de Ezeiza, hasta Mario Pergolini quiso hablar en su programa de radio con Lucho. El ex Central fue el primero en empezar a responder y el último en irse. Porque le pedían frases, poses, autógrafos, y el rubio, sin perder su humildad y su sonrisa de pibe sorprendido por el reconocimiento, se dio el gusto de disfrutarlo a pleno.
-Se te nota feliz.
-Sí, la verdad que muy feliz. Muy contento porque se ganó y en lo personal por los goles, pero es corta la alegría porque ya ahora hay que pensar en el partido que viene.
-El tema es la presión que le meten a Pekerman, teniendo en cuenta lo bien que se jugó y, en tu caso puntual, que hiciste dos de los cuatro goles.
-Sí, para el técnico eso es bueno, tener jugadores que les puedan rendir. El elige los once que van a entrar y lo mejor que puede pasar es que juegue uno u otro y rindan. Gracias a Dios me tocó jugar a mí y pude hacer las cosas lo mejor posible.
-Los dos problemas que puede tener un técnico es carencia o jugadores de sobra.
-Lo más lindo es que tenga de sobra, que elija, y a los que les toque jugar lo hagan lo mejor posible.
-¿Cómo viste el volumen de juego de Argentina?
-Vi al equipo muy bien parado atrás, con un mediocampo muy luchador que trataba de recuperar rápido la pelota y después para crear fútbol estaba Román, estaba Javi (Saviola), que creo tuvo un partido muy bueno y fueron los que desequilibraron arriba.
-¿Esperaban la diferencia contundente del primer tiempo?
-No creíamos que se iba a dar un resultado así, pero gracias a Dios pudimos encontrar los goles. Las situaciones que creamos fueron muy contundentes y eso hizo que ganáramos el partido también.
-¿Con qué la enganchaste el primer gol?
-Me tiré porque pensé que me pasaba. Venía muy rápido la pelota y traté de llegar con lo que podía. Me pegó en el pie y tuve suerte porque el arquero se tiró y le pasó por arriba. La verdad que fue bastante suerte pero gracias a Dios entró y pude festejar el gol.
¿Imaginabas un debut tan bueno de Pekerman y un alto rendimiento tuyo?
-Lo imaginaba por el equipo que había, por la calidad de jugadores, pero por ahí no esperaban ese resultado.Gracias a Dios pudimos jugar bien al fútbol y ser contundentes arriba, que es lo que necesitábamos.
-¿El sábado fue una de las mejores tardes que te regaló el fútbol en tu carrera?
-Sí, la verdad que fue algo increíble. Me sentí muy bien. Por ahí, al entrar a la cancha, ver toda esa gente, estaba un poco nervioso, me temblaban las piernas. Después traté de meterme en el partido, busqué hacer las cosas bien adentro de la cancha y gracias a Dios me salieron.
-¿Por qué fue tan intenso para vos, teniendo en cuenta que ya habías hecho dos goles con la selección?
-No sé por qué. No iba a jugar, lo iba a hacer Hernán. Por una cosa u otra me tocó jugar a mí y pude hacer goles, que es lo que el delantero siempre quiere.
-¿Pudiste dormir el sábado a la noche?
-Pude dormir, pero la verdad que muy contento. Es algo que no lo puedo creer. Ya haber entrado a ese estadio, con esa gente, fue algo increíble.
-¿De quién fue el primer llamado en el celular?
-De mi viejo, que estaba como loco. No pudo ir a la cancha porque tuvo que viajar a México ni bien terminaba el partido, así que me agradeció y felicitó por lo que había hecho.
-¿Cómo se enteró, por radio, por Internet?
-Vio el primer tiempo y en el segundo desde mi familia le iban avisando cómo iba el partido antes de que suba al avión, si había situaciones de gol o no. Así se fue enterando.
-¿Metiste un gol rápido para que tu viejo lo pudiera ver, entonces?
-Sí, el primero lo pudo ver. Y según me contaron estaba muy contento, lloraba y eso va dedicado a él.
-¿Cómo vas asimilando este momento?
-De la mejor manera. La verdad que estoy muy contento hasta ahora. Tengo una alegría muy grande por lo que pasó, por cómo se jugó. Hay que pensar que el equipo jugó muy bien y la gente está entusiasmada. Hay que seguir adelante, pensar en el próximo partido y volver a hacer las cosas bien.
-¿Qué te pide Pekerman?
-Que trate de aguantar la pelota de espaldas, que no se pierda fácil. Después te da mucha libertad para moverte con el otro delantero que te toque jugar. En eso te da mucha libertad.
Irradia una imagen curiosa Figueroa. Porque su simpatía, su porte de carilindo y su lenguaje humilde, casi vergonzozo, hacen difícil emparentarlo con la fiera que es en el área. Pero, mientras siga teniendo el aplomo que ha demostrado para definir, deberá acostumbrarse a los flashes de la fama. Cada vez más se lo va a destacar entre sus pares, aunque forme parte de un equipo de estrellas. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Lucho Figueroa vive su mejor momento desde que fue convocado a la selección nacional. | | |