Roxana vive con miedo

Roxana Yevara, la joven secuestrada y liberada anteayer por la policía en Escobar, confesó que está muy nerviosa y siente miedo todo el tiempo luego de pasar por la odisea de tres días en los que estuvo en cautiverio en una casa del kilómetro 54,5 de la Panamericana, y no descartó que sus captores la hayan llevado "por error".

Roxana, de 23 años y oriunda de Salta, confirmó que en los días que permaneció secuestrada no le dieron alimentos ni bebidas, la amenazaron de muerte reiteradas veces y la golpearon duramente. "A mí me secuestraron en el Abasto y me llevaron. Me taparon los ojos y ahí fue cuando me empezaron a pegar", dijo la joven, mostrando las huellas en su cara del castigo al que fue sometida, con un palo de escoba.

Dijo que, "por la voz" pudo reconocer al que le pegó y comentó que, durante las sesiones de tormento, "me dijo que era Dios y que él iba a venir a matarme".

"Para los secuestradores, era una peruana que tenía la cara cortada. Sin duda no conocían a mi familia, ellos mismos decían que se habían confundido de persona. Pero igual querían cobrar algún rescate", aseguró la joven.