| miércoles, 06 de octubre de 2004 | Secuestran a una mujer en Baradero y exigen $200 mil de rescate Buenos Aires.- Los delincuentes que secuestraron ayer a Claudia Miranda, esposa del comerciante Fabián Fernández, en el partido bonaerense de Baradero, exigen 200 mil pesos de rescate, dijeron allegados al caso.
De acuerdo con los primeros datos que manejan los investigadores, los delincuentes que capturaron a la mujer eran tres o cuatro.
Además se determinó que el llamado extorsivo que recibió el comerciante Fernández se concretó a cuatro horas de iniciado el secuestro.
Respecto del caso, el intendente de Baradero, Ricardo Montesanti, descartó que el secuestro de Miranda sea un ajuste de cuentas contra su marido, el supermercadista Fernández.
El jefe comunal confirmó que hubo un llamado de parte de los captores aunque advirtió su temor de que alguien intente 'mejicanear' un eventual pago de rescate.
Los allegados al caso explicaron que la familia Fernández no está en condiciones de pagar el dinero que les exigen.
En la investigación del caso interviene el fiscal federal de Campana Orlando Bosca, quien le dio intervención a la policía de Baradero y a la Delegación de Investigaciones (DDI) de San Nicolás, como así también a detectives de la División Antisecuestros de la bonaerense.
De acuerdo con los investigadores, todo se inició cuando Fernández, de 36 años, acababa de dejar a sus dos pequeñas hijas en el colegio católico primario Fray Luis de Bolaños y volvía a su casa en moto.
En una esquina la mujer fue interceptada por un Volkswagen Gol azul que la hizo caer y un hombre la tomó de los cabellos y la introdujo por la fuerza al vehículo en el que huyeron. Según testigos, los delincuentes eran tres o cuatro.
Inmediatamente, distintas dependencias de la zona realizaron un operativo cerrojo en rutas y caminos para tratar de evitar que los captores saquen a la mujer de Baradero.
Fernández, dueño de dos supermercados 'Sol', pidió a la prensa que le desocupen su línea telefónica, al parecer para negociar el rescate de su esposa.
Con el paso de las horas, los investigadores descartaron que el caso sea un ajuste de cuentas contra el marido de la víctima, quien estuvo involucrado en una causa por el homicidio de un pescador, que luego se probó, fue en legítima defensa. (Télam)
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