Un árbol con historia

Ante la necesidad de contar con una capilla propia, los pobladores de la localidad cordobesa de Río Ceballos decidieron levantarla mediante donaciones de tierras y materiales de construcción.

La terminaron de hacer en 1873 y la pusieron bajo la advocación de Nuestra Señora de los Dolores.

Por aquel entonces, el padre Ramos prometió una buena cantidad de ginebra al que transplantara un arbolito que estaba creciendo en medio del sector destinado para el atrio. Ese "arbolito" es ahora un enorme aguaribay pesado y robusto que hoy carga con una historia de más de cien años y continúa dando su resguardo frente a la capilla.

Con el tiempo, el arbolito albergó bajo su sombra las clases del primer maestro, Pacho Luján, y sus alumnos en los tiempos fundacionales de la ciudad.

El aguaribay centenario se conserva frente a la antigua capilla, sobre avenida San Martín.