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 sábado, 02 de octubre de 2004

La captura. Aclaran la acción brutal que derivó en el homicidio de una mujer en Fihsherton este hace un mes
Atrapan a dos chicos por el arrebato que causó la muerte a una anciana
Sofía Cabrera fue atacada a metros de su casa el 24 de agosto y agonizó tres días. Por relatos de vecinosy testigos detuvieron a dos jóvenes que viven a 10 cuadras de la mujer. Uno es hijo de un policía en actividad

La muerte de Sofía Cabrera parecía inmersa en un indescifrable misterio: nadie había visto cómo fue que esta mujer viuda de 79 años recibió un letal golpe en la cabeza tras bajar de un colectivo en Fisherton este. Luego el hallazgo de su cartera sin cosas de valor reveló que había sido víctima un violento arrebato, pero nada se sabía de sus autores. Con el correr de los días, los vecinos comenzaron a desenmarañar el caso con los testimonios que brindaron a la Brigada de Homicidios: dijeron haber visto escapar del lugar a dos jóvenes, uno de ellos en bicicleta, quien casi protagoniza un accidente de tránsito en su escape. A esos dichos se le sumaron dos llamadas anónimas que ayer condujeron a la policía a la casa de dos muchachos de 18 y 19 años, quienes quedaron acusados del ataque a la mujer.

Las dos detenciones se produjeron ayer, en simultáneo, a las 7.30 de la mañana. En una casa de Barra al 200 bis apresaron a un muchacho apodado Mono: Juan Ariel I., de 18 años e hijo de un policía en funciones que "desconocía la actividad delictiva del joven", según la fuerza.

El otro imputado, Ramón G., de 19 años y de sobrenombre Cambá, fue detenido en una vivienda de pasaje Rafaela 6140. Allí la policía halló un buzo y una bicicleta como los que, según los testigos, tenía uno de los jóvenes que se retiró del lugar de la agresión. Este último se abstuvo de declarar tanto en sede policial como ante la jueza de Instrucción Nº 12, Mónica Lamperti, dijeron fuentes policiales. En cambio su compañero "demostró que tenía conocimiento del hecho".


La cartera en una canchita
"Yo sé que Cambá mató a la vieja en calle Bolivia y después tiró la cartera en un descampado junto a una canchita", reveló Juan Ariel, según fuentes policiales. Los dos muchachos quedaron presos e incomunicados, acusados de robo seguido de homicidio. "Están seriamente comprometidos en el caso, los elementos que los incriminan los complican mucho", dijo el jefe de Homicidios, Daniel Corbellini. El mismo oficial aseguró que ambos tenían antecedentes previos por acciones de arrebato.

Sofía Cabrera era viuda, vivía sola y no tenía hijos. Fue atacada por desconocidos en Bolivia al 200 a las 20.30 del 24 de agosto pasado. Cabrera volvía de visitar a la suegra de su sobrina, que estaba internada en un hospital. Había regresado a su casa en colectivo, desoyendo los consejos de sus familiares para que no anduviera sola. Cuando estaba por llegar a su casa de Arévalo al 6800 le dieron un fuerte golpe en la cabeza con un objeto contundente y de bordes filosos. Fue trasladada en estado de coma al Sanatorio Británico, donde finalmente murió tres días después.

Al principio se ignoraba de qué modo la mujer recibió el golpe. Hasta se supuso que podría haber sufrido un accidente. Pero por el tipo de lesión (propia de un "fierrazo" y no de una caída) y el posterior hallazgo de su cartera sin dinero, a 10 cuadras de donde había quedado desvanecida, confirmó que la habían golpeado para robarle.

La cartera de la mujer fue encontrada por una maestra, tirada en la calle, en Casilda entre Solís y Rouillón, en pleno barrio Ludueña. El bolso conservaba análisis médicos a nombre de Cabrera y remedios para la presión. Estaba cerca de una canchita de fútbol. Si bien eso definió la existencia de un robo, aún restaba dar con testigos del ataque.


Las primeras voces
Con el paso de los días los investigadores comenzaron a buscar testimonios en el barrio donde Sofía era respetada y querida. No encontraron testigos directos del ataque, pero algunos vecinos dijeron haber visto que dos muchachos se alejaban rápidamente del lugar, justo en el momento en que Sofía caía desmayada al piso. Otros los vieron merodeando por la zona, "como si estuvieran a la espera de una víctima". Por eso, la policía tiene la certeza de que los dos jóvenes abordaron a la mujer para sacarle la cartera y la golpearon porque opuso resistencia.

Los testigos relataron que los jóvenes escaparon por calle Arévalo hacia el este, en dirección a Provincias Unidas. Describieron que uno lo hacía corriendo y otro en una bicicleta con canasto, con la que casi choca contra un auto al retirarse del lugar. El joven cayó al suelo, pero se reincorporó de inmediato y luego siguió su huida. Uno de los testigos aportó, además, que el ciclista vestía un buzo azul y negro, sin inscripciones y con capucha.

En los días posteriores al ataque la Brigada de Homicidios y la seccional 17ª recibieron dos llamadas anónimas que identificaban por sus sobrenombres y direcciones a los presuntos autores. Como uno de ellos no se encontraba más en domicilio aportado, transcurrieron varios días hasta que la policía pudo dar con los sospechosos. Ayer a la mañana los apresaron con una orden de allanamiento, en sus casas cercanas entre sí y situadas a a unas diez cuadras del lugar del ataque. Según voceros de la investigación, tanto la bicicleta como el buzo hallados en la casa de Cambá son idénticos a los descriptos por los testigos.

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Al principio se pensó que Cabrera había tenido un accidente.

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