| sábado, 02 de octubre de 2004 | Rafael: "No sé lo que hice" "No sé lo que hice", dijo con la cabeza gacha Rafael, apenas lo detuvieron en la puerta de la escuela donde terminaba de asesinar a balazos a tres compañeros y herir a otros cinco. El padre de uno de los alumnos que no sufrió heridas de milagro, aseguró ayer que esas fueron las palabras que el chico le dijo a él a poco de dejar de tirar. Sin embargo, para los peritos judiciales, "comprendió perfectamente" que estaba disparando contra sus pares.
Precisamente, Rafael había también apuntado contra el hijo de ese hombre pero la bala no salió porque se trabó la pistola.
En diálogo con TN, Oscar Morón relató que en la fatídica mañana del martes pasado llevaba a clase su hijo Martín -compañero del homicida- porque se les había hecho tarde.
Relató que al arribar al establecimiento vio a varios chicos que salían corriendo. "Pensé que se estaban haciendo la rabona", dijo, hasta que algunos de ellos, muy agitados, se le acercaron para pedirle que llamara a la policía porque había pasado algo grave.
"Yo le dije a Martín que bajara y me fui para la comisaría, y volví a la escuela con dos policías", dijo Morón, quien reconoció el acto de "estupidez" de haber hecho entrar igual a su hijo pese a que sabía que algo había pasado.
Después se enteró de que Rafael apuntó también contra su hijo Martín, pero no salieron las balas y se salvó de milagro."Cuando entré, veo a un costado al chico que había hecho esto, agarrado por otros chicos y un policía que lo palpaba de armas. Yo le saqué un cuchillo que tenía en el cinturón y le pregunté: ¿Qué hiciste?", recordó el hombre. "El, que no lloraba ni nada, pero tenía la cabeza gacha, me dijo: No sé lo que hice", añadió.
Morón señaló que enseguida vio fuera del aula a una chica tirada en el suelo, recostada sobre la pared, con el vientre sangrando, y dentro del salón a una chica tirada en el suelo, ensangrentada, con los anteojos puestos. "Nunca me voy a olvidar de la imagen de esa chica: le toqué el pulso y vi que estaba muerta", recordó impresionado.
También contó que su hijo Martín fue corriendo a decirle: "Lo mataron a Pablo", por Pablo Saldías, el que sigue grave. Dijo que fue a ver a Pablo, que se quejaba y tenía varios impactos de bala, pero tranquilizó a su hijo aclarándole que "Pablo está vivo".
"Había un griterío tremendo: la preceptora estaba llorando, no sabía para donde ir, era un caos. Yo tampoco sabía qué hacer, estaba cerca de una chica herida y no sabía si tocarla o no, pero enseguida vino la ambulancia", apuntó.
"De lo que no me puedo olvidar en estos días es de la imagen de la chica con los anteojos", dijo, aludiendo aparentemente a Sandra Núñez, la chica que murió, igual que sus compañeros Evangelina Miranda y Federico Ponce. enviar nota por e-mail | | |