| sábado, 02 de octubre de 2004 | Escuela y universidad, juntas en la problemática de la deserción Un informe del Instituto de Planeamiento de la Educación de la Unesco analiza las causas y señala algunas estrategias para revertirla Cuatro de cada diez estudiantes que llegan a la universidad abandonan sus estudios en el primer año. Con todas las limitaciones que la actualización de las estadísticas tienen en la Argentina, los especialistas acuerdan que, en promedio, ese dato refleja la realidad y desnuda un problema con múltiples causas. Para tratar de revertir ese abandono uno de los frentes a trabajar es la articulación entre el secundario y la universidad y cómo relacionar esos dos mundos que significan mucho más que un cambio de nivel. Un informe realizado por el Instituto Internacional del Planeamiento de la Educación (Iipe), dependiente de la Unesco, avanza sobre este diagnóstico y sobre algunos caminos para hacer más amigable ese siempre traumático pasaje.
"No saben nada", clama gran parte de la sociedad cuando en los medios de comunicación aparecen resultados de alguna prueba de ingreso a la universidad y de inmediato aparecen las miradas acusatorias.
Paula Pogre, investigadora de la Universidad Nacional de General Sarmiento y responsable del programa de articulación con el nivel medio y con los institutos de formación docente, busca las razones de ese desajuste y explica que: "El problema no es la articulación sino qué pasa en el sistema, cómo aprenden los chicos, cómo generamos espacios de aprendizaje significativo en las escuelas, enseñar despertando curiosidad, interés, demostrando que los jóvenes son capaces de aprender". Y agrega: "Tenemos que tener en cuenta que en la historia de nuestro sistema educativo la intención fue la de una escuela básica para todos y una escuela media y una universidad para pocos y esos mandatos fundacionales no se pueden obviar. El objetivo de incorporar a más chicos durante más años tiene que estar acompañado por una forma de enseñar a más chicos, todo lo que sabemos hoy sobre psicología cognitiva se tiene que poner en juego en las escuelas. El tema es más complejo que la articulación y generalmente se habla de ella desde las malas razones".
Para la especialista, la cuestión no nace de una genuina mirada para ver cómo se colabora entre todos, sino más bien desde las culpas entre uno y otro nivel. Por eso asegura que la pregunta es "qué queremos que aprendan y cómo hacemos que estos estudiantes -y no lo que imaginábamos-aprendan".
Por su parte, la pedagoga Marquina, quien desarrolló en el Ministerio de Educación el programa Apoyo a la articulación universidad-escuela media coincide en señalar que las razones de la desarticulación son múltiples.
Marquina asegura que en todos los diagnósticos se detectan problemas de tipo disciplinar, de formación en materias claves y está el debate de si la aplicación de la reforma educativa contribuyó a empeorar no los saberes en las ciencias básicas y la lectoescritura. Pero también afirma que hay otro tipo de causas como la total desorientación vocacional y de información, la falta de conocimiento entre la escuela media y la universidad como por ejemplo cómo es la cultura universitaria, además de los problemas básicos que tienen que ver con la situación socioeconómica.
Estrategias posibles Ante la magnitud del desajuste, Mónica Marquina analiza dos actitudes posibles desde la universidad que implican "barrer la basura debajo de la alfombra seleccionando a los mejores o ver cómo hacer para que la mayoría esté en mejores condiciones".
La especialista indicó que el desafío es que cada nivel educativo recupere el sentido en si mismo de los aprendizajes esperables de cada uno y que trabajen en conjunto para ver qué es lo que pueden aportar.
Por su parte, Paula Pogre destaca que la escuela media tiene que dar los marcos conceptuales fundamentales para construir conocimiento disciplinar y abrir ventanas posibles. "Es una etapa maravillosa, debería ser el desafío permanente, no la repetición y la abulia. Cognitivamente los chicos están disponibles para construir conocimientos, para pasar de lo intuitivo a lo disciplinar y además constituirse para elegir quiénes son y cómo van a estar en el mundo", concluyó. enviar nota por e-mail | | |