Desaparecidos. Son cinco los represores que están prófugos de la Justicia

Causa Feced: los ex policías Marcote y Scortecchini no se apartaron del libreto

Ambos se prestaron al interrogatorio del magistrado pero rechazaron las graves imputaciones en su contra

Javier Felcaro / La Capital

Los represores José Carlos Scortecchini ( Archi) y Mario Marcote (el Cura) fueron indagados ayer por el juez federal de Rosario Omar Digerónimo en el marco de la causa Feced. Los ex policías siguieron el libreto al pie de la letra: respondieron las preguntas del magistrado pero rechazaron las imputaciones de graves violaciones a los derechos humanos cometidas durante la última dictadura militar.

Scortecchini, quien se había entregado el miércoles pasado, fue indagado por la mañana en los Tribunales de bulevar Oroño al 900. Patrocinado por el defensor oficial Mario Belfer (hermano del camarista federal rosarino Jaime Belfer), el represor negó los cargos en su contra y contestó, no con mucho interés, las preguntas del magistrado.

A la tarde le llegó el turno a Marcote. El Cura -también defendido por Belfer- se había entregado el jueves en la sede judicial, justo cuando José Rubén Lo Fiego (el Ciego o Mengele) consumía las primeras horas de su maratónica declaración, que comenzó a las 10 y finalizó cerca de las 21 de ese día.

Marcote rechazó la batería de acusaciones y respondió a las preguntas del juez en forma genérica, aduciendo por momentos no recordar los hechos que se le mencionaban. Interrogado sobre su rol en el Servicio de Informaciones de la Policía, se limitó a explicar que cumplió funciones administrativas.

A Scortecchini y Marcote se les imputan privaciones ilegítimas de la libertad agravadas por amenazas, violencia y aplicación de tormentos. Una vez cumplido el trámite, ambos fueron regresados al destacamento móvil de Gendarmería, donde también está detenido Lo Fiego.

Digerónimo centró las indagatorias en la recientemente reabierta causa que posa la lupa sobre el accionar de la denominada patota de Agustín Feced, el comandante de Gendarmería que condujo la represión ilegal en Rosario (bajo órdenes del Ejército), que usó como base de operaciones el subsuelo de la ex Jefatura de la URII.

Tras reactivar el martes el voluminoso expediente, el magistrado solicitó a la Cámara Federal las 50 causas acumuladas (aún no fueron entregadas) que podrían sumar valiosa información a las actuaciones iniciadas a comienzos de la década del 80 y cerradas, pocos años después, por las leyes de obediencia debida y punto final.


Buscados
En tanto, La Capital pudo saber que cinco de los diez represores incluidos en las órdenes de arresto libradas por el juez están prófugos. Se trata de Carlos Dippy Moore, Ramón Vergara, César Pirincha Peralta, Carlos Ulpiano Altamirano y Lucio Ronco Nast. Ya se corroboraron las muertes de Carlos Gómez (Carlitos) y Hugo Diógenes Sandoz.

Vergara, a través de su abogado defensor Lorenzo Toledo, presentó ayer en el Palacio de Justicia un pedido de eximición de prisión. Una acción que puede interpretarse como el preanuncio de su inminente puesta a disposición de Digerónimo.

El juez Digerónimo reabrió la causa.