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 sábado, 11 de septiembre de 2004

La trama secreta de la negociación
La llegada de Ortega a Newell's comenzó a escribir sus primeros capítulos en julio del año pasado

Jose M. Petunchi / La Capital

Ariel Ortega hará mañana su presentación oficial con la camiseta número 7 de Newell's. Pero la trama secreta de su llegada al Parque comenzó a gestarse hace casi 410 días: en julio del año pasado en el caluroso verano madrileño. A mediados de ese mes, el presidente Eduardo López hizo el primer contacto con Juan Luis Berros, el representante del jugador, para contratar al Burrito.

Por entonces, López se comunicó con Berros, que estaba en España, junto a los abogados españoles Javier Tebas y Juan de Dios Crespo, trabajando para presentar una apelación en el caso Ortega frente al Tribunal Arbitral del Deporte, que tiene sede en Lausana, Suiza.

En esa comunicación, el titular leproso -que tuvo el gran mérito de apostar fuerte- dejó en claro que Newell's estaba dispuesto a avanzar en la negociación por Ortega. Pero la apelación no prosperó y en noviembre de 2003 quedó firme la suspensión por 4 meses, por lo cual no podía jugar hasta marzo de este año, aunque en rigor se extendía hasta la apertura del libro de pases. En medio de eso, la Fifa determinó que Ortega, o el club que lo pretendiera -se hacía co-responsable- debía afrontar una indemnización de 11 millones de dólares para el Fenerbahce. Esto llevó al Burrito a anunciar en noviembre pasado, cansado del conflicto, que colgaba los botines.

Pero en julio de este año, cuando se reabrió el libro de pases, Newell's volvió a la carga, demostrando que lo anterior no había sido sólo un deseo.

A esa altura, los apoderados de Ortega estaban negociando con América de México, pero como la misma quedó trunca, los rojinegros insistieron. No sin antes querer conocer la postura de River, teniendo en cuenta que el Burrito siempre quiso volver a Núñez. La respuesta fue contundente: "Imposible, porque ni el Fenerbahce ni la Fifa quieren saber nada con esa posibilidad", fue la respuesta. ¿El motivo? El conocido: especulaban con que la salida del jugador de Turquía fue consensuada con los millonarios. River, de hecho, ofreció en diciembre del 2003 plata, jugadores -con excepción de Fernando Cavenaghi- y hasta comprar el 50% del pase para destrabar la situación, pero la negativa se mantuvo.

Entonces, Ñuls fue por todo. En los primeros días de julio pasado se sucedieron las primeras reuniones, y el domingo 1 de agosto el Burrito desembarcó en Rosario. El lunes 2 entrenó por primera vez con sus nuevos compañeros, mientras las autoridades del club presentaban en AFA el contrato firmado con la entidad. A esa altura, el Burrito era jugador libre, según los estatutos de Fifa, que lo avalaba con la indemnización.

La AFA pidió, entonces, el pase internacional y dos horas después los turcos se comunicaron telefónicamente, demostrando sus intenciones de negociar. Un par de días después se concretó una reunión en Suiza entre el presidente del Fenerbahce y dos dirigentes rojinegros (los vices Mauricio Nudemberg y Rubén Yacopino). En ese cónclave, el titular turco cuando se sentó a negociar, disparó, palabras más, palabras menos: "Ustedes saben a lo que se exponen". Pero esa demostración de fuerzas encontró respuesta firme de parte de Nudemberg. "Si no supiésemos qué es lo que queremos y cuáles son nuestras chances, no estaríamos acá".

Ese fue el primer paso de un acuerdo complejo, que resultó por demás de engorroso. En ese encuentro establecieron las bases económicas del convenio, que tenía como condición sine qua non que estuviera certificado por avales bancarios. La exigencia de los turcos era importante: 3.500.000 euros (alrededor de 4.200.000 dólares) y la devolución de las garantías bancarias que estaban en poder de Ortega (eran casi 8 millones de dólares por el contrato que tenía hasta el 2006) y que se comprometió a no ejecutar hasta que esto se solucione.

Y cuando la dilación en el tiempo parecía hacer trastabillar la operación, por la falta de las garantías bancarias, Newell's giró el martes, a través de la AFA, 2.000.000 de dólares al contado y destrabó la situación. El resto lo abonará en 6 cuotas semestrales hasta julio de 2007. Junto con esto, el martes, el presidente de AFA Julio Grondona -otro de los artífices de esta negociación- le garantizó a los turcos, aunque todavía falta instrumentar la forma, la devolución de los documentos. El lunes hubo una reunión a tal efecto entre Grondona, López y Ortega.

De este modo, los turcos y la Fifa dieron vía libre para que el Burrito termine con esta pesadilla de casi 500 días y que vuelva a hacer lo que mejor hace: jugar al fútbol.

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La edición de La Capital del 3 de agosto.

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