Acusan formalmente a ex directivos de Lapa

La Fiscalía pidió juicio oral para el ex dueño de la aerolínea por el siniestro en el que murieron 65 personas

El fiscal federal Carlos Rivolo requirió ayer que el procesado ex dueño de Líneas Aéreas Privadas Argentinas (Lapa), Gustavo Andrés Deutsch, y otros ocho imputados (entre directivos y jefes militares) sean sometidos a juicio oral y público por el accidente de un avión de esa línea aérea en el aeroparque porteño Jorge Newbery el 31 de agosto de 1999 que causó la muerte de 65 personas, se precisó en los tribunales porteños.

En un dictamen de 600 carillas elevado al juez federal Sergio Torres, el fiscal pidió que además de Deutsch, también los ex directivos de la línea aérea Ronaldo Boyd, Fabián Chionetti, Nora Arzeno, Valerio Dihel, y Gabriel Borsani sean juzgados por presunto estrago culposo, delito castigado con penas de entre uno a cinco años de prisión.

Asimismo, el representante del ministerio público solicitó que se juzgue a los oficiales de la Fuerza Aérea Enrique Dutra, Damián Peterson, y Diego Lentino por los supuestos delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público, delito castigado con pena de un mes a dos años, más inhabilitación para ejercer cargos en el Estado.

Entre otras consideraciones, Rivolo destacó que el comandante del avión siniestrado Gustavo Weigel, fallecido en el hecho, tenía "vencida reglamentariamente" su licencia de piloto y consignó que el aviador antes de despegar "no había controlado si las puertas estaban cerradas" y "dijo que siempre olvidaba cerrar las puertas".

El 15 de julio último la Cámara federal porteña había confirmado los procesamientos sin prisión preventiva de Deutsch y los otros ocho imputados.


Error humano
El informe del juez Gustavo Literas (el primero en tener la causa) concluyó en diciembre de 2000 que el accidente fue originado por el piloto Wiegel porque "olvidó extender los flaps (alerones) para iniciar el despegue. Esto dio lugar a que comenzara a sonar una alarma intermitente que fue desatendida por el piloto y el copiloto del avión y finalmente, cuando ya no había posibilidad de abortar el despegue por haberse pasado la velocidad permitida, el intento de detenerlo agravó aún más la situación de peligro ya existente".

Los camaristas mencionaron las falencias que se detectaron en algunos de los exámenes que debió dar el piloto y que quedaron registrados en su legajo, pero remarcaron que "nada surge sobre la adopción de medidas para que tales falencias hubieran sido superadas y evitadas". (DyN)