"Es una película de claro sentido político"

Gustavo Postiglione estrena "Miami Rmx" en el Festival de Video Rosario

El director también presenta en la misma jornada su libro "Cine instantáneo" con la intención de generar debates

Fernando Toloza / La Capital

El Festival Latinoamericano de Video Rosario entra en su segunda jornada con el estreno "Miami Rmx", un polémico filme de Gustavo Postiglione sobre el cine argentino. La película se rodó para el Festival de Cine de Independiente de Buenos Aires pasado y la versión que llega esta tarde, a las 18.30 al teatro La Comedia, es diferente, con una mezcla nueva donde se agregan 20 minutos, según adelantó Postiglione, director de "El asadito".

-¿Por qué dos versiones de "Miami"?

-Una la hice para el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires y después de presentarla se me ocurrió seguir con el tema, porque me parecía que no estaba cerrado. Quería hacer una segunda parte, pero antes de eso consideré necesaria una remezcla: agregarle cosas y quitarle otras. La estructura es la misma. Hay veinte minutos nuevos.

-¿Lo del detective no es trillado?

-Es un personaje ficticio que viene de la miniserie "Huellas" y hay un chiste alrededor de eso: en la película se aclara que el personaje estaba muerto y que lo reviví para buscar un espíritu, el espíritu del cine de Glauber Rocha. Tiene esa misión y a la vez está asediado por una actriz que no quiere que lo encuentre porque si el espíritu de Glauber Rocha se instala en el cine de la Argentina, ella perderá su categoría de actriz frívola. "Miami" es una película de claro sentido político, estructurada como un reflexión sobre el cine pero también aplicable a cualquier estamento de la sociedad.

-"Miami" se presenta hoy junto con tu libro "Cine instantáneo", ¿que te llevó al libro, una práctica poco habitual en cineastas argentinos?

-Lo del libro era algo que me rondaba desde hacía años. Siempre tuve la idea de justificar lo que hacía con las palabras, no con teorías, porque es una palabra demasiado grande, pero sí con un sostén filosófico de mi actividad. Esa perspectiva es algo que falta dentro del cine argentino. Por otro lado, también es dar cuenta de lo que uno hace, porque en general eso siempre lo hace otro. Es un intento de dejar sentado lo que se hace en esta parte del país, porque somos víctimas de la dependencia porteña para nuestras expresiones. La única forma de pelear contra este esquema es usar todo lo que uno tenga, y un libro es uno de esos recursos.

-Planteás la situación en términos de batalla, en el prólogo de "Cine instantáneo" el crítico Quintín parece dar por pérdida esa batalla al decir que sólo los arqueólogos del futuro se darán cuenta de la importancia de tus películas.

-Creo que lo que dice Quintín es que si quieren encontrar la verdad de la historia no la van a encontrar en Buenos Aires. Eso es un halago, y la vez sostiene que el país va a seguir sin reconocer esto. El diseño de cultura que tiene la Argentina no da otra alternativa, y eso no lo voy a cambiar yo ni un grupo de gente trabajando desde acá. El mayor rédito que podemos tener es que se nos acepte, ¿pero qué pasa con los cordobeses, los santiagueños...?

-¿Te hacés cargo de haber inventado el cine rosarino?

-No, quizás de lo que puedo hacerme cargo es de que "El asadito" fue una bisagra. El cine rosarino tiene una existencia como tal desde hace mucho tiempo, pero hizo la falta la legitimación de Buenos Aires para establecer que el cine de Rosario existía, a partir de "El asadito".

El director rosarino se diversifica.