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 sábado, 11 de septiembre de 2004

Techint reactivó un horno y quiere producir más acero
Invirtió 23 millones en la planta de Ramallo. Analiza un plan para llevar la producción a 4 millones de toneladas

Con una inversión de 23 millones de dólares, el grupo Techint reactivó el alto horno siderúrgico "María Liliana" de la planta de Siderar en Ramallo, que utilizará para mantener e incrementar el ritmo de producción actual mientras duren las obras de mantenimiento de su mellizo "María Eva", que viene operando sin interrupciones desde hace 14 años. La recuperación de esa unidad productiva fue celebrada con un acto al que asistieron autoridades nacionales y provinciales, y en el marco del cual el vicepresidente de la firma, Daniel Novegil, aseguró que el año próximo la compañía podría decidir un plan de inversión de 560 millones de dólares para llevar la capacidad de producción de acero de 2,8 a 4 millones de toneladas.

El alto horno reactivado ayer fue construido en 1960 pero no trabajaba desde 1995, precisamente poco después de que la empresa que conduce Paolo Rocca se quedara con la ex Somisa.

El "María Liliana" lleva ese nombre en honor a la hija del general Manuel Savio, quien presentó varios planes para el desarrollo siderúrgico del país hasta su muerte en 1949 y que no logró verlo funcionar pese a sus múltiples gestiones a nivel empresario y gubernamental.

Para su reactivación, Techint contrató a cerca de 100 operarios que cobran un promedio de 1.300 pesos y que trabajan con equipos especiales para elevadas temperaturas y en medio de una lluvia de grafito que despide el arrabio a modo de desecho ambiental.

Los dos altos hornos de Ramallo son los únicos en funcionamiento del país y concentran el total de la producción siderúrgica nacional junto con las plantas de reducción directa de Acindar y Siderca-Tenaris, esta última también propiedad de los Rocca.

El proceso de producción de acero en altos hornos se realiza a temperaturas que llegan a los 2.200 grados centígrados, con carbón de coque especial importado de Brasil, y maquinarias para la "colada" que transportan ríos de arrabio candente a más de 1.300 grados.

De la planta de Siderar sale el acero que utilizan las automotrices locales, los productores de artefactos de la denominada "línea blanca", la mayoría de las metalúrgicas y hasta los constructores de ataúdes para su revestimiento interno.

Según informó el vicepresidente para productos planos de Techint, Daniel Novegil, la obra de reactivación del alto horno "María Liliana" -que en sus mejores épocas llegó a despachar 4.200 toneladas diarias- permitió ocupar durante los últimos 9 meses a más de 600 trabajadores, e involucró a 2.000 entre contratistas.

Al acto de reactivación de ayer asistieron el ministro de Trabajo, Carlos Tomada y el gobernador bonaerense, Felipe Solá. Durante el acto, Novegil anunció que el grupo estudia invertir 560 millones de dólares en los próximos cuatro años para ampliar su capacidad productiva de acero a cuatro millones de toneladas anuales.

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Con un emotivo acto se reactivo el horno.

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