| sábado, 11 de septiembre de 2004 | El pan del pobre De todas las posesiones humanas la esperanza ha sido siempre la más común porque hasta aquellos que nada tenían aún la conservaban. Por ello se la llamó "el pan del pobre". En los últimos años creció la corriente inmigratoria de nuestro país. Quienes deciden irse porque piensan que aquí todo está perdido deben recordar que aún nos queda el futuro. Todo sabemos dónde está nuestro pasado y dónde nuestro presente. ¿Dónde estará nuestro porvenir? Si perdemos la esperanza podría estar en el infierno. La pérdida de la esperanza es una de las peores calamidades que puede sufrir un pueblo. La esperanza es madre de todas las inspiraciones y de todos los esfuerzos. Es la guía de las más difíciles empresas. Es la palanca moral que hace mover al mundo y lo mantiene en acción. La esperanza nos dice que es posible lo que deseamos: un mañana argentino mejor.
Carlos Alberto Parachú enviar nota por e-mail | | |