| sábado, 11 de septiembre de 2004 | Individualismo no es egoísmo En el lenguaje diario y corriente, la sociedad suele confundir estos dos términos volviéndolos sinónimos, cuando en la mayoría de los casos son opuestos. Hermann Hesse, en su ensayo "Sobre la guerra y la paz", dice: "Si hay una virtud que admiro en el ser humano es su posibilidad de ser individualista". El análisis del sufijo "ismo" nos muestra que se refiere al desarrollo de la primera parte de la palabra. Ejemplos: cristianismo es el desarrollo de la doctrina cristiana, liberalismo el de la doctrina liberal, socialismo el de una doctrina social y por lo tanto el individualismo, el desarrollo del individuo. El egoísmo es el desarrollo del ego, el cual, en una etapa aún de no crecimiento, no es representativo del verdadero yo posible, diverso, multiplicador y enriquecedor, sino el conformado por la misma sociedad para su funcionamiento aceitado, adaptación y sobrevivencia de la misma (pese a que ésta sea muy enferma). El desarrollo pleno del individuo es la única manera de conformar una sociedad más humana y madura, por cuanto ese crecimiento lo llevará inexorablemente a saber que es un ser social. Los resultados de sociedades "desindividuadas", con seres humanos fáciles de llevar de un lado a otro por los poderes de turno, nos demuestran que pese al enorme progreso tecnológico, la condición humana y el mantenimiento de valores que insinuaban un proceso de crecimiento lejos de mejorar han ido cayendo en su rango de valores y hemos pasado de una cultura solidaria a otra cada vez más egoísta y violenta, donde el sálvese quien pueda es una norma de vida. Este es el "egoísmo", que está mucho más emparentado con el narcisismo que con el individualismo. Cuando se desarrolle a plenitud el individuo, ningún hombre será feliz mientras haya otros seres humanos con padecimientos corregibles mediante actos solidarios. Podrá predominar entonces el verbo ser sobre el verbo tener. Acá se conjugarán dos términos inseparables que son individuo y sociedad, y que definen científicamente los estudiosos de la evolución de las sociedades humanas de las más variadas especialidades científicas, en reuniones transdisciplinarias, cuando dicen "en los sistemas sociales humanos, si bien las partes (los individuos) trabajan para el todo (la sociedad), ésta (la sociedad) a su vez debe trabajar para las partes (los individuos)". Modifiquemos entonces un poco el concepto de que el árbol no deja ver al bosque, pues en la gran mayoría de las veces, el bosque se olvida que lo constituyen árboles. Sólo debemos recordar las palabras de Jesús cuando dijo "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" o cuando Alejandro Dumas hizo decir a sus personajes en "Los tres mosqueteros": "Todos para uno y uno para todos". Indivisibilidad de individuo y sociedad de manera irrebatible, nacen del estudio de la evolución de las sociedades. Siempre la esperanza debe ser mantenida de manera activa y creativa para que no se transforme en desesperanza.
Doctor Efraín Hutt, LE 5.782.938
enviar nota por e-mail | | |