| sábado, 11 de septiembre de 2004 | Caballos en peligro por los casos de anemia infecciosa La enfermedad que destruye los glóbulos rojos se expandió geográficamente. La prevención como herramienta El desborde del Salado producido en abril de 2003 no sólo trajo graves consecuencias para los habitantes de Santa Fe. La catástrofe afectó la salud de miles de personas, e incluso de los animales radicados en las localidades anegadas. Tras la inundación, fueron encontrados animales extraviados, hambreados o muertos, lo que dio lugar al surgimiento de una cadena epidemiológica que preocupa a los especialistas.
En este marco, productores y propietarios tuvieron que trasladarse a otras regiones. Así, muchos de los campos ubicados en el norte de la provincia de Buenos Aires se transformaron en receptores naturales de quienes escaparon del agua.
Pero la mudanza no aseguró la salud de gran parte de las especies. Por el contrario, extendió geográficamente la existencia de ciertas enfermedades como la anemia infecciosa equina, un virus de la familia Retroviridae y subfamilia Lentivirinae (RNA) -como el del Sida-, que destruye los glóbulos rojos, provoca cuadros febriles agudos, abatimiento, enflaquecimiento y edemas.
No existe hasta la fecha un tratamiento para combatir esta enfermedad.
"Lo único que puede hacerse frente a este mal es prevención. Todos los caballos deben ser analizados cada dos meses como marca la ley argentina y los que se encuentran infectados tienen que ser aislados y sacrificados", sostuvo el médico veterinario Juan Carlos Sol, presidente del XIX Congreso Panamericano de Ciencias Veterinarias que se realizará entre el 24 y el 28 de octubre en Buenos Aires.
La anemia infecciosa equina puede desarrollarse en forma latente, asintomática. La única manera de diagnosticar la presencia de esta infección es mediante el Test de Coggins, método utilizado internacionalmente que identifica anticuerpos en el suero de los caballos infectados entre los 15 y 30 días posteriores al contagio.
Esta prueba diagnóstica fue creada por el investigador Leroy Coggins, quien en los años 70 la llamó inmunodifusión en agargel.
Para los especialistas, el impacto sanitario, económico y hasta afectivo que implica el sacrificio de un animal infectado con anemia equina, sólo puede reducirse mediante la educación y la prevención.
"El productor, el que trabaja con caballos o el propietario de un animal de salto, a veces no tiene idea del peligro que corre al encontrarse con caballos incontrolados. Si la gente se enterara tendría mayor capacidad para prevenir la enfermedad", indicó Sol.
Prevenciones Entre los lugares de contagio más habituales se encuentran los centros tradicionalistas donde, en ocasiones festivas, suelen concentrarse cientos de caballos provenientes de diferentes sitios.
De todos modos, de existir un control periódico y sistemático, la propagación del virus podría controlarse.
"El contagio no es tan fácil. Le echamos la culpa al mosquito o al tábano -continuó Sol-, pero el medio de contagio más frecuente es la aguja. No sé por que se cree que los caballos no se enferman si se ponen en contacto con una jeringa utilizada anteriormente en otro animal enfermo. Al igual que para los seres humanos, las jeringas usadas deben ser descartables", puntualizó.
Otros de los elementos de contagio pueden ser espuelas, frenos contaminados, e incluso instrumental médico utilizado en cirugía no esterilizado correctamente.
Como en tantas otras áreas de la vida cotidiana, Internet ofrece ayudas importantes a la hora del control y la prevención. El Senasa cuenta con laboratorios habilitados, públicos y privados, que analizan las muestras de sangre equina enviadas por los veterinarios y luego publican en red los resultados.
Esto permite detectar rápidamente los posibles focos infecciosos y tomar las precauciones necesarias para el control y erradicación de enfermedades. Durante el próximo Congreso Panamericano de Veterinaria, organizado por la Federación Veterinaria Argentina, especialistas de varios países discutirán sobre este tema que preocupa a veterinarios y productores. enviar nota por e-mail | | |