Matanza en Rusia. Putin se mostró inflexible con el terrorismo: "Demostramos debilidad"

El violento rescate de rehenes deja más de 330 muertos y 700 heridos

Unos 156 son niños. Hay cientos de desaparecidos por lo que se teme que la cifra fatal suba. Dos días de luto

Beslán, Rusia. - Al menos 330 muertos, de ellos 156 niños, y más de 700 heridos es el último balance de la sangrienta toma de rehenes en la escuela de Beslán, mientras ayer el presidente ruso, Vladimir Putin, que decretó dos días de luto nacional por la tragedia, declaró que habían "demostrado debilidad, y los débiles pierden". El balance de las autoridades rusas, que es provisional, no incluye en las cifras a 26 miembros del comando armado prochecheno que tomó la escuela el miércoles pasado, que resultaron muertos, según informaciones oficiales.

El presidente ruso decretó ayer dos días de duelo por las víctimas de la toma de rehenes de Beslán. El lunes y martes se recordará en todo el país a los rehenes, dijo el mandatario en un mensaje televisado.

Rusia "ha vivido una terrible tragedia que pesa a cada uno de sus ciudadanos", dijo el presidente, que ayer hizo una breve visita a Beslán, en el sur del país, para conversar personalmente con rehenes y miembros de las fuerzas de seguridad que participaron en el operativo de rescate.

El mandatario estimó que Rusia había "mostrado debilidad" frente al peligro terrorista, que en ningún caso había que "ceder al chantaje" y prometió medidas para reforzar la seguridad y la unidad del país. Señaló que no había opciones frente a lo que definió como actos terroristas ya que Rusia no podía permitir que la chantajearan pues el rendirse ante la violencia sólo llevaría a que se repitieran casos como el de la toma del colegio en Beslán.

Anunció asimismo una reforma de las fuerzas de seguridad en el norte del Cáucaso, que serán reagrupadas para mejorar la coordinación entre el ejército, la policía y el servicio secreto interno. Tan sólo en Chechenia, una república de unos 19.300 kilómetros cuadrados, hay estacionados 70.000 soldados rusos. Pese a su elevado número, ya antes de la toma de rehenes en Beslán los rebeldes demostraron con ataques en Chechenia e Ingushetia la escasa efectividad de las tropas.

El desenlace sangriento de la toma de rehenes tuvo lugar el viernes, cuando el comando armado que reclamaba la independencia de la vecina Chechenia, se enfrentó en circunstancias poco claras con las fuerzas especiales rusas, mientras escapaban como podían los niños, mujeres y hombres que se encontraban desde hacía tres días en el interior de la escuela.

En su visita al hospital de la ciudad de Beslán, el lugar de la tragedia no muy lejos de Chechenia, advirtió a los simpatizantes separatistas de que serían considerados "cómplices de terrorismo".

Oficiales confirmaron por primera vez que los separatistas habían tomado a más de 1.000 rehenes. Putin dijo que había ordenado el bloqueo de Beslán y la región circundante de Osetia para encontrar a los culpables. "Uno de los objetivos perseguido por los terroristas era alimentar el odio étnico", dijo ante oficiales de seguridad.

Tanto el gobierno como los altos mandos de las fuerzas especiales rusas han explicado que no prepararon con antelación el asalto del viernes y que actuaron de acuerdo a la evolución de la situación.

Un día después del sangriento fin de la toma de rehenes en la escuela de Beslán, en el sur de Rusia, aún hay 260 personas reportadas como desaparecidas, en su mayoría niños, informó un empleado de la municipalidad de Beslán. Con mucha prudencia, los socorristas seguían sacando cuerpos quemados o mutilados en bolsas. Los expertos aseguran que en el lugar hay aún numerosos explosivos colocados por el comando.

Cientos de personas buscaban ayer a sus familiares desaparecidos o sufrían por los heridos graves. Otras cientos de familias recibieron la noticia de la muerte de sus seres queridos, mientras que los supervivientes ilesos se recuperan del drama vivido en sus casas. En el hospital de la cercana ciudad de Vladikavkas, capital de Osetia del Norte, la gente se reúne en torno a la unidad de cuidados intensivos, donde los médicos operan sin descanso. Más de 400 personas se encuentran ingresadas en hospitales de la zona, víctimas de disparos y de quemaduras.

Según la versión de los responsables rusos, las fuerzas especiales se vieron obligadas a lanzar la intervención cuando se escucharon varias explosiones dentro de la escuela y un primer grupo de rehenes logró escapar del edificio en medio de disparos. El comando hizo explotar cargas instaladas en la escuela provocando el derrumbe parcial del techo y la muerte de numerosas personas, declaró un responsable. Los combates duraron cerca de seis horas, y un general ruso reconoció que hasta se habían utilizado tanques. Las fuerzas rusas sufrieron diez bajas en sus filas, según la policía oseta.

Sobrevivientes explicaron que durante la huida muchos rehenes fueron tiroteados por la espalda, tropezaron y se enredaron en cordeles de los que colgaban explosivos que los guerrilleros habían colocado.

Esta ola de terror ha coincidido con la elección presidencial en Chechenia, el 29 de agosto, que terminó con la victoria de un hombre cercano a Putin, Alu Aljanov, en un escrutinio cuya regularidad fue ampliamente cuestionada.

Las armas y municiones fueron colocadas previamente en la escuela de Beslán (Cáucaso ruso), antes del inicio de la toma de rehenes, declaró ayer el responsable del Servicio Federal de Seguridad (FSB, ex KGB) para Osetia del Norte, Valeri Andreyev. "Hemos descubierto en la escuela una gran cantidad de explosivos y de minas, lo que puede indicar que los terroristas estaban preparados de antemano", dijo. (Reuters, AFP y DPA)

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