| domingo, 05 de septiembre de 2004 | Búsqueda desesperada de los familiares Las familias corrían ayer de hospital en hospital en busca de sus hijos tras el sangriento desenlace de la toma de rehenes, con la esperanza de encontrarlos heridos y no entre los 322 cuerpos sin vida evacuados hasta ayer. "Quiero poder meter un cuerpo, alguna cosa, en los ataúdes de mi mujer, de mi madre, de mi hija", imploraba Albert Kundujov, un osetio que formaba parte de los civiles que pudieron sacar rehenes vivos o muertos de la escuela bajo los disparos. "Busqué a mi hijo durante horas y lo encontré a medianoche en Vladikavkaz" (la capital de Osetia del Norte). El resto de la familia yace aún bajo los escombros de la escuela. A su lado, un primo, Timur, tiene la mirada insensible de aquellos que han "dejado de mirar los cuerpos". Evacuó a muchos bajo los disparos y las explosiones. "Las autoridades no quieren que se hable de los niños bajo los escombros.Yo vi el interior del gimnasio, hay manos y piernas que sobresalen entre las ruinas". enviar nota por e-mail | | |