| domingo, 05 de septiembre de 2004 | Dientes sanos: sin miedo a sonreir Los secretos de una dentadura sana y fuerte comienzan antes de nacer. Es que la formación de los dientes se inicia en la vida intrauterina, a partir del mes y medio de gestación. En el quinto mes de embarazo, cuando la ecografía de rutina muestra al pequeño ser en formación, ya se produce la calcificación de la superficie o cúspide de los molares permanentes, que sin embargo el niño sentirá irrumpir en su boca recién a los 6 años.
"Aproximadamente, hasta los 12 años existe dentro de los huesos maxilares algún diente en formación", comenta el doctor Jorge Ernesto Aguilar, profesor de la Asociación Odontológica Argentina y adjunto de la Cátedra de Periodoncia de la Universidad de El Salvador.
Muy escondidos dentro de las encías, realizan su trabajo de erupción recién al sexto mes de vida. Y a los tres años de edad la mayoría de los niños tienen todos sus dientes primarios, comúnmente llamados de leche. La dentición del ser humano se divide en temporaria y permanente. Los dientes temporarios (de leche) son en total 20 y salen a partir de los seis meses. Los permanentes erupcionan a los 6 años y en total son 32, incluyendo las muelas del juicio.
El desarrollo de ambos comienza a partir del denominado germen dental, del cual se forman y se diferencian todos los tejidos que componen una pieza. Pero existen gérmenes dentales para los dientes temporarios y gérmenes para los permanentes. Las raíces del primer grupo guiarán a una posición correcta a los permanentes. Entonces, aunque los dientes de leche no sean definitivos, merecen un cuidado especial para ayudar al desarrollo adecuado de los que vendrán y estarán toda la vida. Por eso es importante que los chicos desde pequeños visiten periódicamente al odontólogo.
Alrededor de los trece o catorce años ya se cuenta con 28 dientes permanentes y los cuatros molares restantes, conocidos como muelas de juicio que, generalmente, aparecen entre los 18 y 20 años de edad.
Un bichito poco agradable La placa bacteriana, una de las principales enemigas -sino la más- de la salud dental es tan desagradable como sus habitantes: está formada por una película pegajosa, compuesta por un conjunto de bacterias organizadas sobre la superficie del diente. "Se van adhiriendo de una forma específica y en una secuencia determinada", dice el especialista.
Las bacterias que integran la placa provienen de la flora bucal por eso "hay que tener en cuenta que la placa bacteriana también puede adherirse a una prótesis dental o a los elementos que se fijan a los dientes cuando se realiza un tratamiento de ortodoncia, por lo que el buen cepillado vale para todos", agregó.
Otras de las enfermedades principales que ataca recurrentemente a las piezas dentarias son las caries "una enfermedad infecciosa producida por la placa bacteriana que destruye el tejido dentario. Normalmente comienza con una mancha blanca que, en algunas ocasiones, se transforma en marrón y con posterioridad produce el orificio característico. Sin embargo no todas las manchas blancas o marrones son caries", explica Aguilar.
Con menos frecuencia que las dos primeras patologías que se disputan la punta (placa y caries), la enfermedad periodontal suele aparecer en aquellas bocas con problemas para eliminar la placa bacteriana. Es una enfermedad que se inicia sin dolor y el síntoma más común es el sangrado de las encías. Contra lo que podría parecer, no es una enfermedad contagiosa ni tampoco específica de las personas mayores. Se la puede prevenir perfectamente controlando la limpieza con un adecuado y correcto cepillado.
"Se detiene con un correcto tratamiento que se administrara dependiendo del pronóstico de las lesiones y de la gravedad que presente. En la actualidad perder dientes por enfermedad periodontal o tener caries es algo completamente viejo", concluyó el especialista.
Sandra Barreto enviar nota por e-mail | | Fotos | | Un buen cuidado para lucir dientes sanos. | | |