Habla de Costa, el intendente que encarna en "Padre Coraje"

Para Raúl Rizzo, "en Argentina hay villanos que son más perversos que mi personaje"

El actor dijo que la televisión está volviendo a las fuentes, pero fustigó la encarnizada lucha por el rating

Pedro Squillaci / La Capital

Raúl Rizzo acaba de perder su nombre. Hoy por hoy no es otro que Manuel Costa, o simplemente Costa, el inescrupuloso y a la vez emblemático intendente de La Cruz, el pueblo donde se desarrolla "Padre Coraje", la tira más exitosa de Canal 13. Capaz de matar sin piedad a quien se le interponga en sus planes, con tanta devoción por el poder como por recibir la llegada del "peregrino" que salvará el mundo, ese Costa hostil e intransigente se diferencia mucho del Rizzo de entrecasa. Dispuesto a abordar un temario que fue de Marlon Brando al Marqués de Sade sin escalas, el actor se soltó ante La Capital aprovechando un día libre que no le tocó grabar. "Zafé porque me están buscando un decorado", dijo despojado de su lenguaje de época. "Costa se va a volver un místico terrible", adelantó. Habrá que creerle.

-Te tocó componer uno de los villanos más villanos de la televisión actual, ¿cómo definís a tu personaje?

-Costa tiene pautas diferentes al resto de la gente. En principio no tiene límite alguno, no tiene sentimiento de culpa. Y nosotros conocimos en nuestra realidad argentina a personajes así. ¿Tenemos unos cuántos, no?

-¿Tan perversos como este intendente de La Cruz?

-Lo que pasa es que a Costa lo vemos desde la cocina de la casa, y a los otros los vemos cuando salen en los diarios. Este personaje pertenece a una ficción, con todas las licencias del caso. Pero yo parto de eso, y lo fui construyendo de a poco en las distintas alternativas, porque es un tipo que maneja poder político, una cuestión religiosa muy fanática y por otro lado las relaciones afectivas con sus hijos y con las mujeres que estuvieron en su vida. Y él se mueve con una lógica propia.

-¿Pensaste que tendrías tanta importancia en la tira o fue tomando vuelo a medida que corrieron los capítulos?

-Mirá, el personaje estaba pensando como un elemento fuerte de la historia, pero evidentemente ya era uno de los factótums de la tira. Ya desde el primer capítulo, con la muerte de Alejandro Guerrico (el padre de Clara y Ana) y toda la parodia del entierro, el discurso y el ofrecimiento de una recompensa para capturar a Coraje. Estos elementos jugaron fuerte desde el vamos, yo tuve una devolución inmediata en los primeros capítulos, y a partir de ahí el personaje se instaló como una de las piezas fundamentales.

-¿Se puede adelantar algo sobre el futuro de Costa en los próximos capítulos?

-Se volverá un místico terrible, hay algunas alternativas que son muy fuertes. No te puedo adelantar mucho porque se viene un factor sorpresa que va a ser muy grande.

-¿"Padre Coraje" es un éxito por las figuras que tiene o por la temática?

-Más allá de la importancia de los protagonistas, creo que está bien planteada la historia. El texto está bien estructurado, siempre aparecen cosas que parece que quedan ahí y después se desarrollan más adelante. Pero no son traídas de los pelos, tienen coherencia, hay una lógica dramática.

-¿En qué momento de tu carrera te llega este personaje?

-Se puede decir que tuve gran continuidad en mi trabajo. Yo estaba filmando "Roma", con Adolfo Aristarain, y me proponen "Padre Coraje" y me pareció atractiva enseguida. En principio, porque me fascina hacer tiras de época, además la del 50 es una década muy fuerte de la Argentina, de hecho han desfilado personajes históricos, y van a seguir apareciendo. Y bueno, me sedujo totalmente, y me entusiasmé por hacer esta novela.

-Actualmente en las tiras diarias le están dando mucho lugar a actores de trayectoria que entran en roles coprotagónicos, pero terminan siendo medulares en las historias.

-Lo comparto totalmente. Estamos recuperando en la actuación una cuestión más definida. Creo que en la década del 90 caímos casi en un híbrido, en un naturalismo ya exacerbado. Los norteamericanos le llaman "no acting". Pero ¿qué es no actuar? No hacer nada. Entonces, ¿cuál es la propuesta poética de lo que nosotros hacemos? Tiene que ser diferente a lo que es la vida, y yo creo que se está recuperando eso, y está ocurriendo no sólo acá, se está volviendo como a las fuentes, algo más definido, más concreto, más contundente.

-¿No te parece que esto también viene acompañado de un mejor tratamiento de la imagen y textos más cuidados?

-Hay un rigor mayor por lo que se dice, y eso es saludable.

-¿Cómo evaluás este momento de la tele donde confluye la creatividad con la competencia?

-Creo que en esto último está el punto más flaco de la televisión. Esa cosa carnicera, despiadada, donde se privilegia demasiado el éxito y se lo traduce en audiencia. Y lo peor es que no se tienen en cuenta los valores del producto, y no se les da el tiempo necesario para que los programas se instalen en la gente. Esto es el talón de Aquiles de la televisión. Y si vamos más allá, hay canales que promueven programas de una perversidad y amoralidad muy perjudicial al no respetar la vida privada de la gente. Esa televisión la desprecio profundamente.

Rizzo dijo que su personaje Manuel Costa se convertirá en un "místico terrible".