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 miércoles, 01 de septiembre de 2004

Reacciones de temor y desesperanza

"Los sucesos traumáticos son tan impactantes que suelen sobrepasar nuestra capacidad emocional de asimilación", explica el psiquiatra Adrián Sapetti. Las personas que experimentan o son testigos de sucesos escabrosos como una amenaza grave, agresiones, asaltos físicos o sexuales, así como un accidente automovilístico, un desastre natural, violencia doméstica o la guerra, pueden tener reacciones de temor intenso, horror o desesperanza. Se trata del trastorno por estrés postraumático (TPET)), una enfermedad causada por una experiencia terrible y atemorizante que necesita tratamiento.

Actualmente, existen diversos recursos para abordar la terapia. Se complementan el tratamiento farmacológico con otras alternativas.

Las personas que sufren este trastorno, frecuentemente, no pueden recordar sucesos significativos de lo ocurrido, pero sí son acosadas por momentos de recuerdos que se presentan en forma de reminiscencia.

Estado de sobresalto

Son muy comunes las pesadillas sobre el trauma, así como la depresión, irritabilidad, el trastorno del sueño, disociación y un estado constante de sobresalto. La salud física puede verse afectada y aparecer sensaciones de fatiga progresiva, cefaleas y otros síntomas físicos.

Los sucesos traumáticos son muy comunes en el mundo actual. En Norteamérica, dos tercios de la población ha experimentado algún hecho de este tipo. En nuestro país, el 8 por ciento de la población general, es decir, 1 de cada 12 personas, llegan a padecer este trastorno.

Las reacciones varían considerablemente. Parten, desde las que son relativamente leves y crean disfunciones menores en la vida, hasta las que son muy severas e incapacitantes. En la mayoría de las personas, el TPET se manifiesta dentro de los tres primeros meses, a partir de la experiencia. En otros, las señales tardan años en hacerse visibles.

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