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 miércoles, 01 de septiembre de 2004

El veredicto. Condenan a un joven y absuelven a otro por el crimen del dueño de un local de lotería de San Juan al 3000
Trece años de cárcel a un ladrón por el asesinato de un agenciero
Hoy tiene 25 años. Actuó con un cómplice y aunque la víctima no se resistió, le dispararon un tiro en la cabeza

Jorge Salum / La Capital

"Flaco, llevate lo que quieras pero dejame los documentos", imploró Guillermo Agustín Schoeller a uno de los dos muchachos que habían entrado a robar en su agencia de loterías y lo apuntaba a la cabeza con un revólver. No pasó ni un segundo hasta que tres amigos que estaban con él escucharon el estampido y vieron como sus rodillas se doblaban hasta depositarlo en el suelo. El balazo le atravesó el cráneo y lo dejó en un coma que duraría un instante brevísimo. Murió en los brazos de los tres hombres que, espantados, habían visto cómo lo asesinaban sin que nadie hubiese resistido el atraco.

El crimen de Schoeller ocurrió hace algo más de cuatro años y ahora salió la condena en primera instancia para uno de los asaltantes: le dieron 13 años y cuatro meses de prisión.

El condenado es Daniel Alberto Ferreyra, de 25 años. Otro sujeto fue absuelto en el mismo fallo por aplicación del beneficio de la duda. Lo habían acusado de ser quien acompañó a Ferreyra en el robo que terminó en crimen, pero no pudieron probarlo.

Schoeller tenía 43 años. Estaba casado y tenía dos hijos, que hoy cuentan 20 y 16 años. Era dueño de una pequeña agencia de loterías y quinielas que estaba en San Juan 3007. Allí lo asesinaron.

El negocio quedaba frente a una parada de taxis y al Sanatorio Julio Corzo, que por entonces ya estaba cerrado. Los taxistas acostumbraban a pasar por la agencia de Schoeller a matizar allí la espera de pasajeros. Unos cuantos de ellos ya se habían hecho amigos del agenciero y tenían la costumbre de armar con él partidas de truco.

Esa era la escena la mañana del 20 de julio de 2000, cuando de pronto se presentaron dos muchachos a asaltarlos.

Eran las 11.45 de aquel día. En la vereda estacionó una moto de la que bajaron dos muchachos. Los dos entraron a la agencia de loterías con sus rostros descubiertos y no demoraron ni un segundo en avisar de qué se trataba. "Es un asalto", dijeron y automáticamente exhibieron un arma cada uno.

La tensión subió inmediatamente. Los asaltantes estaban nerviosos y las víctimas asustadas. Los delincuentes gritaban mientras se apoderaban del dinero de los cuatro hombres. Pareció que ya se iban cuando uno de ellos volvió sobre sus pasos y encaró al dueño. Fue cuando Schoeller, desesperado, pronunció su última frase.

El ladrón apuntó su arma y apretó el gatillo. El efecto del disparo fue devastador: el proyectil destruyó el cráneo de la víctima. Por más que lo intentaron, los médicos del Sies no pudieron hacer nada. A los pocos minutos Schoeller ya estaba muerto.

La investigación arrancó sin pistas hasta que los tres testigos del crimen identificaron a un sospechoso entre más de 300 fotografías que les exhibieron en la seccional de policía. Era Ferreyra, quien algunos días más tarde fue detenido por la Brigada de Homicidios y acusado del asesinato.

Entonces comenzó un largo proceso judicial en el que hubo de todo, incluida una confesión. No la produjo Ferreyra sino un menor, quien quiso atribuirse el crimen. Otro menor, en tanto, se convirtió en principal sospechoso de ser quien acompañó al homicida el día del hecho. Pero la evidencia recogida, entre la que destaca los reconocimientos positivos de Ferreyra en rueda de personas por parte de dos de los testigos, cerraron la acusación en torno a él y sellaron su suerte.

Ahora el juez de Sentencia Luis Giraudo dictó su condena. Lo consideró coautor de robo agravado que terminó en homicidio. Al otro sujeto lo absolvieron por el beneficio de la duda. Se trata de Sergio David Pérez, de 24 años, quien igual terminó condenado a siete años de prisión por el robo a mano armada al supermercado Milenium, de Presidente Quintana 3848, hecho que ocurrió el 31 de octubre de 2000.

Ese día Pérez se tiroteó con la policía y terminó herido en una pierna. Junto a él también fueron condenados dos cómplices en ese atraco: Cristian Alberto Godoy y Rubén Darío Echague. A ellos también los sentenciaron a 7 años de prisión.

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Alicia Bertozzi, ayer, en su nuevo local.

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