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 miércoles, 01 de septiembre de 2004

Volencia en Medio Oriente. El grupo islámico Hamas reivindicó las explosiones en dos autobuses en la ciudad de Beersheva
Un doble atentado suicida causa 16 muertos y 80 heridos en Israel
Sharon prometió que luchará con todas sus fuerzas contra el terrorismo. Repudio de las autoridades palestinas

Beersheva, Israel. - Dieciséis personas murieron y más de 80 resultaron heridas en un doble atentado suicida cometido ayer por kamikazes palestinos contra dos autobuses en Beersheva (la mayor ciudad del sur de Israel), en el ataque más mortífero desde principios de año. El brazo armado del movimiento radical islamista Hamas, las Brigadas Ezzedín al Qasam, reivindicó en un comunicado en Hebrón (Cisjordania) el ataque de Beersheva aunque no precisó la identidad de sus dos autores, que también perecieron.

El primer ministro israelí Ariel Sharon, que al anochecer mantenía consultas con los responsables de seguridad para decidir una eventual respuesta, prometió que Israel proseguirá "con todas sus fuerzas la lucha contra el terrorismo". Por su parte, el presidente de la Autoridad Palestina Yasser Arafat y el primer ministro palestino Ahmad Qureia condenaron el atentado y pidieron que cesen los ataques contra civiles "por el interés nacional". Tanto la Unión Europea como la Casa Blanca se unieron a Qureia en la condena de los ataques. La violencia de este tipo "mina seriamente todos los esfuerzos por hallar una solución al conflicto de Medio Oriente", dijo el jefe de Política Exterior de la UE, Javier Solana, en un comunicado.

Los dos suicidas activaron los artefactos que llevaban a bordo de dos autobuses, de las líneas 63 y 12, cuando atravesaban el centro de la ciudad pasando junto al ayuntamiento, con unos segundos de intervalo. Los dos vehículos estaban a escasos metros el uno del otro cuando se produjeron las explosiones, según la policía.

Según el último balance policial, además de los dos kamikazes murieron 16 personas y más de 80 resultaron heridas en el ataque. Varios heridos están graves.

Decenas de ambulancias y vehículos policiales se precipitaron al lugar de los hechos inmediatamente después de las explosiones, que dejaron un olor a pólvora que aún persistía dos horas después. El ministro de Seguridad Interior israelí, Tzahi Hanegbi, se trasladó al lugar e insistió en la necesidad de seguir construyendo la controvertida barrera de separación en Cisjordania. "Donde hay barrera, no hay terrorismo", dijo a los periodistas, explicando que desde principios de año han muerto 80 personas en atentados frente a las 150 del mismo período del año pasado.

Con guantes y botas de plástico blanco, voluntarios religiosos recogían restos humanos desperdigados entre los armazones calcinados mientras los efectos personales de los pasajeros seguían esparcidos por el suelo, lleno de cristales rotos. Varios automóviles estacionados o que circulaban por ese sector fueron dañados por las deflagraciones.


Sangrienta venganza
El Hamas afirmó en su comunicado que el atentado fue perpetrado en venganza por la muerte de Ahmad Yasín y Abdelaziz al Rantisi, dos jefes del Hamas asesinados por Israel en marzo y abril pasados, y en solidaridad con los prisioneros palestinos que están en huelga de hambre desde mediados de agosto. "Se equivocan al pensar que el asesinato de nuestros líderes quebrará nuestra determinación en la lucha", afirmó el grupo, dirigiéndose al primer ministro israelí Ariel Sharon y a su ministro de Defensa, Shaul Mofaz.

Con estas muertes, el número de víctimas mortales desde que estalló la Intifada a finales de septiembre de 2000 se eleva a 4.267, de ellos 3.256 palestinos y 940 israelíes.

El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Javier Solana, el jefe de la diplomacia británica Jack Straw y el ministerio francés de Relaciones Exteriores condenaron este ataque.

El último atentado anti-israelí remonta al 11 de julio, cuando una explosión en una estación de autobuses de Tel Aviv causó la muerte de una persona. Ese ataque fue reivindicado por las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa, un grupo armado relacionado con el Fatah de Arafat. (AFP y Reuters)

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Los atentados son los más graves en lo que va del año.

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