| miércoles, 01 de septiembre de 2004 | Bush dio marcha atrás y ahora dice que EEUU ganará la guerra al terrorismo Su esposa y Schwarzenegger moderaron los discursos en el segundo día de la Convención Republicana en Nueva York Nashville. - Un día después de haber dicho que la guerra contra el terrorismo no podía ganarse, el presidente George W. Bush trató ayer de calmar una tormenta política y dijo que no había sido muy claro y que Estados Unidos vencería. "Es una guerra que no comenzamos, pero ganaremos", dijo ayer en Nashville, Tennessee, ante la mayor asociación de veteranos de guerra del país, en el marco de su campaña proselitista de cara a los comicios presidenciales del próximo 2 de noviembre.
Anteriormente, Bush había dicho lo contrario a la cadena NBC: "No creo que se pueda ganar la guerra". Colaboradores del presidente ofrecieron de inmediato una aclaración y manifestaron que Bush sólo quiso decir que la guerra no puede ser ganada con medios convencionales.
"Nunca nos sentaremos en una mesa a negociar la paz, pero no se equivoquen, nosotros estamos ganando y ganaremos. Hay algo que está claro: ganaremos manteniéndonos a la ofensiva y ganaremos propagando libertad", declaró ayer Bush.
Al mismo tiempo, el presidente defendió de forma vehemente la guerra contra Irak, a pesar de que las armas de destrucción masiva, una de las razones principales nombradas por Bush para iniciar la contienda, no hayan sido encontradas.
"Si por aquel entonces hubiera sabido lo que sé hoy, habría actuado de la misma manera", afirmó Bush y argumentó que Saddam representaba una amenaza. "Tenemos que tomarnos en serio las amenazas, antes de que se desarrollen por completo", dijo el presidente.
El mandatario, que en pocos días será proclamado oficialmente como el candidato del Partido Republicano para un segundo mandato en la Casa Blanca, reiteró que Estados Unidos continuará su política agresiva contra los terroristas.
Bush dio este discurso ante la Legión Americana, el mayor grupo de veteranos de guerra de su país, apenas dos días antes de que acepte la nominación de su partido como candidato presidencial en la Convención Republicana.
Ayer, en el segundo día de la Convención, la primera dama norteamericana, Laura Bush, y el actor-gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, pusieron el rostro más amable y centrista del partido al servicio del candidato George W. Bush. El tono de la jornada fue mucho más relajado, después de una primera noche marcada por la evocación de los atentados a cargo del ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, y el senador John McCain, que de este modo pusieron de relieve la consistencia del liderazgo del presidente. Bush merece la reelección ya que condujo a Estados Unidos con "fuerza y convicción" tras los atentados del 11 de setiembre de 2001, afirmó ayer su esposa.
En el caso de Schwarzenegger, el actor austríaco evitó cuestiones en las que discrepa de la línea oficial del partido -la investigación con células embrionarias y las uniones homosexuales, que él apoya-.
Continúa firme Bush utilizó esta oportunidad a no sólo para revisar y aclarar sus polémicas declaraciones sino también para expresar que se mantiene firme en su decisión de llevar adelante la lucha contra el terrorismo.
"Si Norteamérica muestra debilidad o incertidumbre en esta década, el planeta será arrastrado a la tragedia. Eso no ocurrirá bajo mi vigilancia", añadió apenas un día después de admitir que no creía que Estados Unidos pudiera ganar la guerra. (DPA) enviar nota por e-mail | | Fotos | | La primera dama, Laura Bush, y sus dos hijas. | | |