El Senado se toma casi un mes para consagrar las primarias

Pese a las resistencias, a los legisladores les resultará difícil obviar la casi unánime votación en Diputados

Daniel Leñini / La Capital

El Senado santafesino podría ver pasar al menos un mes hasta aprobar el nuevo régimen electoral y confirmar la derogación de la ley de lemas, tras la sesión en Diputados celebrada el jueves.

La realidad de la Cámara alta difiere por algunas cuestiones: en principio, el justicialismo la domina ampliamente (15 sobre 19 integrantes); segundo, no existe un núcleo cerrado de legisladores obeidistas, y tercero, la mitad de los peronistas firmaron un proyecto (Gramajo) que modifica la ley de lemas y no adhiere a las internas abiertas, simultáneas y semiobligatorias aprobado en Diputados. Pero a la luz de los acontecimientos, estos quedaron encerrados y sin mucho margen para seguir auspiciando eso.

"Nosotros vamos a pedir que se ratifique lo antes posible la derogación, no deberían pasar más de tres semanas", declaró a La Capital el radical Felipe Michlig, senador por el departamento San Cristóbal y presidente de la UCR santafesina. "Estoy contento por la derogación pero ese texto necesita correcciones", consideró.

Hasta ahora los números se podrían contar de la siguiente manera: siete senadores por lo aprobado en Diputados, otros siete por el proyecto Gramajo y los cinco restantes llamados a definir para uno u otro lado. Entre estos se cuentan el ex ministro de Hacienda de Carlos Reutemann, Juan Carlos Mercier (viajando por Europa y con regreso previsto para fin de mes), el sanlorencino Armando Traferri, Alcides Calvo (Castellanos), José Baucero (San Javier) y Daniel Depetris (San Martín).

Si uno de esos grupos de siete integrantes logra sumar dos senadores y alguien se abstiene en la votación, ya logra el triunfo. Nueve a ocho. Como adelantó La Capital, no sería raro que Traferri, Baucero y Depetris terminen votando el proyecto del gobernador Obeid, triunfante en Diputados. Y que anticipen la voluntad de hacerlo dentro de pocos días.

Más allá de los números, existe una realidad incontrastable: la derogación de la ley de lemas salió por 48 votos a cero en Diputados (aunque la votación artículo por artículo terminó más reñida); y ese número, por más que se hagan los distraídos, significa una voz que los senadores no podrán desoir.

"No opino lo mismo. El pueblo es un convidado de piedra, tiene otras prioridades y no el sistema electoral, y eso se vio en la marcha del jueves cuando se iba a hacer el «festejo popular». No fue nadie". Así se expresó Joaquín Gramajo frente a este diario.

Gramajo prácticamente no rescató nada del proyecto aprobado el jueves que ingresará oficialmente al Senado el martes. "Hubo muchas modificaciones, retoques y agregados. Para mí el final es de bandera verde", manifestó (ver página 11).

Si Senadores rechaza lo aprobado en Diputados, la Cámara baja podría retomar el proyecto suyo y dejarlo firme con las dos terceras partes. "No hay margen para una jugada así; Obeid y los diputados nos pusieron contra la pared", se sinceró un senador el viernes.

"Si en el Senado se hacen los caprichosos les tiro por la cabeza de nuevo el plebiscito; en eso no cedo", le expresó Obeid horas atrás al ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, por teléfono. Estaba agrandado y las declaraciones públicas de esos momentos (viernes al mediodía) lo reflejaron. Después llegaría la amenaza de instalar la unicameralidad en una futura reforma política, aunque en una entrevista con La Capital el diputado Mario Lacava le bajó decibeles a la advertencia (ver página 12).


Ecos de la sesión
No deberían eludirse en el contexto otras voces que corrieron también el viernes entre los diputados que habían terminado la sesión. "¿Así que el socialismo resultó el último entrar al recinto y sin llevar un proyecto? ¿Y cuál era la propuesta superadora que tenían si terminaron discutiendo el mensaje del gobernador?", se preguntaban unos a otros los justicialistas para que escuche la prensa.

"¿Esperaron 14 años para derogar la ley de lemas y llegaron al día de la cita sin proyecto alternativo? ¿Estos son los que nos corren por izquierda?", exageraron.

La sesión del jueves terminó con heridas entre los socios radicales y socialistas. "Nos jugaron mal: inventaron un pacto entre nosotros y el PJ y nos voltearon un par de reformas que proponíamos. No sé si en adelante seguiremos juntos", expresó un diputado radical.

En efecto, el comité provincial de la UCR tuvo que despachar un comunicado oficial denunciando cualquier tipo de componenda con el PJ.

El ex candidato a gobernador socialista, Hermes Binner, estaba por esas horas en Lima, Perú, y no podía ordenar a la tropa.

La Cámara que preside María Eugenia Bielsa se muestra más refractaria a inclinarse por el proyecto del gobernador Obeid.