| sábado, 12 de junio de 2004 | Gabriel Brazenas El cuarto árbitro dijo que no vio quién pegó en el tumulto Gabriel Brazenas, quien anteanoche actuó como cuarto árbitro del partido entre Boca Juniors y River Plate (1-0), afirmó ayer que no pudo apreciar a ningún jugador "pegar en el tumulto", como así tampoco quien agredió al preparador físico Gabriel Macaya, del equipo de Núñez.
Brazenas señaló que "todo fue tan rápido que no se pudo ver bien quién pegó en ese tumulto" y tampoco que desde su posición pudo apreciar "cómo comenzaron los incidentes".
Con relación a la presunta participación en los hechos del zaguero de River Horacio Ameli, y del delantero de Boca Guillermo Barros Schelotto, Brazenas reiteró no haber observado nada.
"Mi función como cuarto árbitro es colaborar con el principal del partido para observar e informar sobre hechos de violencia, porque tengo facultad de intervenir. Y si, por ejemplo, hubiera visto quién le pegó a Macaya, lo hubiera señalado", dijo Brazenas.
Los hechos ocurrieron en el primer tiempo del partido jugado anteanoche en la Bombonera, luego de que fueran expulsados por el árbitro principal Claudio Martín, Raúl Cascini, de Boca y Marcelo Gallardo, de River.
En ese momento, ambos jugadores no se resignaron a salir del campo de juego, por lo que se desencadenó una gresca generalizada en la que ingresaron también suplentes de ambos equipos y auxiliares y en la que Macaya cayó semidesvanecido en el campo, producto de un golpe en la cara.
"Todo lo que se vio" está en el informe, señaló Brazenas, sin dar mayores explicaciones y considerando que "ni la televisión pudo definir bien qué pasó".
Brazenas fue el árbitro que en noviembre del año pasado resultó duramente cuestionado por adoptar una actitud permisiva en el partido Boca-Independiente en el que el zaguero rojo Félix Benito golpeó con dureza al atacante xeneize Carlos Tevez, lo que provocó que el Apache sufriera una distensión de ligamentos que lo alejó de las canchas por un par de meses.
"Cuando todo comenzó yo estaba en el sector de bancos de suplentes, del otro lado del campo. Cuando llegué ya todo se había descontrolado y traté de separar", agregó Brazenas.
Respecto de la labor de su compañero Martín y la actitud de Cascini y Gallardo negándose a abandonar el campo de juego, Brazenas opinó que "los jugadores adoptaron una actitud que hizo descontrolar todo. Esta es una profesión difícil y no se puede dejar conformes a todos". (Télam) enviar nota por e-mail | | |