| sábado, 12 de junio de 2004 | Son canadienses y eligieron a Rosario para estudiar español Tienen 19 años y toman clases en los Cursos de Lenguas Extranjeras que dicta la UNR Olivier es el más decidido a responder en español. Tiene 19 años y sin temor entrelaza cada palabra para decir que le encanta "el Monumento a la Bandera, la arquitectura de Rosario, el río y los parques", pero por sobre todo "lo cariñoso que se muestran los argentinos". Olivier vive en Montreal (Canadá) y desde fines de mayo estudia en Rosario el idioma español. Junto a él lo hacen otros 20 compañeros canadienses y un grupo de profesores. El contingente participa de la oferta académica de los Cursos de Lenguas Extranjeras, que dependen de la Escuela de Lenguas de la Universidad Nacional de Rosario.
En el 2000 la UNR abrió su oferta de idiomas destinada a la comunidad -inglés, francés, alemán, portugués e italiano- y a los extranjeros que querían estudiar el español en la Argentina. Los primeros en sumarse fueron unos brasileños, pero más tarde siguieron noruegos, franceses, belgas e italianos, entre otras nacionalidades.
Según explica el director de estos cursos de la UNR, Carlos Valentini, los alumnos se interesan por aprender el español en forma individual y también grupal. Aunque no sólo se trata de conocer los secretos de la lengua, sino también la cultura e historia del lugar.
Este es el caso del grupo de estudiantes del Colegio André - Graffet (Canadá), de nivel preuniversitario, que visita Rosario. Por contactos con la UNR se interesaron por los cursos de español para extranjeros. "El interés de este grupo de alumnos -rondan los 19 años- es conocer también la Argentina. Por eso asisten a seminarios sobre política, economía y participan de paseos programados", agrega Valentini.
El programa de actividades incluye conocer museos y parques, pero los jóvenes canadienses también se interesan por la realidad social de la ciudad, por eso han pedido visitar los sitios que escapan a la agenda establecida.
Por qué Rosario La oferta de estudiar español en Rosario interesa particularmente a los extranjeros. Según explica Valentini, "la ciudad se muestra más segura que Buenos Aires, más fácil de recorrer por los estudiantes". Y en esta apreciación coinciden los jóvenes canadienses: ninguno duda en mostrarse encantado con Rosario. Valentini también rescata que la llegada de los extranjeros a los cursos representa un recurso para la universidad y el crecimiento del intercambio multicultural.
Las clases son intensivas, con evaluaciones, y pretenden afianzar el mínimo manejo que los alumnos traen de la lengua española, a excepción de los profesores que los acompañan y de Olivier, hijo de exiliados chilenos de la dictadura de Pinochet, que ahora viven en Montreal.
Pascal desafió al frío de la mañana para mostrar su remera que lleva la estampa de Bush y la leyenda en inglés cuya traducción dice "terrorista internacional". Español y francés se le mezclan. Igual deja en claro que quiere graduarse en historia.
Pascale, una joven francesa, rescata con otras compañeras "el compromiso que los argentinos tienen con la política". Como parte de esas propias visiones, en estos días de clases -vale recordar- los jóvenes canadienses han convivido también con los paros en la UNR.
Los estudiantes también hablan de sus preocupaciones: "En Canadá la enseñanza universitaria no es gratuita, y preocupa saber que el gobierno habla de reducir las subvenciones (becas) a los estudiantes", dicen para reflejar sus propios problemas. Al terminar la etapa preuniversitaria, la mayoría piensa en vincularse a alguna rama de la administración, la economía o las ciencias sociales. Ahora será con un plus: algo de español y de cultura argentina. enviar nota por e-mail | | |