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 miércoles, 09 de junio de 2004

Emboscada demencial contra un vehículo en Centeno al 2300
Piedras y balazos contra una médica que acudía a asistir una emergencia
Una pedrada le cortó dos venas y sufrió una hemorragia. El estallido de la ventanilla lastimó a su compañero

Patricia E. es una médica de alma. Tiene 46 años. Hace dos años que se recibió y desde entonces trabaja sin un día de descanso. Reparte su actividad laboral entre un hospital público municipal y una empresa de emergencias. Anteayer la convocaron para atender a un paciente de la zona sur y su tarea casi terminó en un tragedia. Tres muchachos emboscaron el auto en el que viajaba junto a un amigo y, cuando el chofer se percató de que los desconocidos querían asaltarlo, aceleró la marcha. Primero una andanada de piedras y después tres balazos dieron de lleno en el vehículo. De milagro, el hombre y la mujer salvaron sus vidas, aunque resultaron lastimados.

A las 12.10 del lunes, en la recepción de la empresa Emerger recibieron un llamado de una mujer desde Centeno al 2300. La paciente tenía fiebre y quería consultar a un médico. Por contrato, Patricia debe proveerse la movilidad para asistir a los pacientes de la empresa. Por eso subió al Volkswagen de su amigo y juntos fueron hacia ese domicilio. Llegar al lugar no fue una tarea fácil. Primero, no encontraron la dirección indicada porque las vías atraviesan bulevar Oroño hasta Ovidio Lagos. Entonces tomaron por Lagos y entraron por Centeno. Allí debieron detenerse porque la calzada está surcada por una villa.

En ese momento, a la profesional le llamó la atención el paso presuroso de tres jóvenes que se acercaban al auto. Cuando divisó que uno de los desconocidos estaba armado decidió alejarse rápido. "Le dije a mi amigo que diera la vuelta en U y, cuando volvíamos para salir por Ovidio Lagos, vi que el que tenía el arma le daba órdenes a los otros dos. Enseguida recogieron piedras de cemento de la zanja" explicó la médica a este diario.

En segundos, la mujer pudo comprobar que su presunción no era equivocada. Uno de los muchachos corrió por la calle hacia el Volkswagen y, cuando estuvo frente al conductor le apuntó con un revólver a la cabeza. Los intrusos vacilaron antes de entrar en acción. Después intentaron abrir las puertas del vehículo y enseguida la médica cubrió con sus manos la cabeza cuando uno de los jóvenes amagó con arrojarle una piedra.

El amigo de la médica puso primera y se alejó del lugar. La respuesta de los maleantes no se hizo esperar. Un balazo atravesó la luneta y se incrustó en la parte posterior. Cuando todavía la profesional no había tenido tiempo de reaccionar, un piedrazo lastimó la pierna izquierda. La herida no fue menor. Dos venas se reventaron y la mujer padeció una hemorragia.

El amigo de Patricia comenzó a sangrar mientras otros tiros atravesaban el auto. Ellos estaban aterrados mientras los cristales de las ventanillas delanteras del Volkswagen se hacían añicos. Ya para entonces sabían que el hombre se había lastimado en el antebrazo con los vidrios astillados. "Yo pensé que lo habían baleado y le pedí que fuéramos a la estación de servicios de Dr Riva y Lagos", recordó.

Desde allí, la médica dio aviso a la policía y enseguida un móvil del Comando Radioeléctrico salió tras los pasos de los atacantes. "Se tirotearon, pero no los agarraron", contó.

Patricia examinó a su amigo y constató que no había sido alcanzado por ningún proyectil. Sólo tenía escoriaciones. Después, un perito de Balística le dijo que tres balazos habían impactado en el interior del auto. Un balazo perforó el espejo retrovisor. Otro dio de lleno en la parte trasera y un tercer tiro rebotó en el asiento del conductor. También en el vehículo estaba el trozo de cemento que había lesionado a la mujer.

El del lunes no fue el primer episodio sufrido por la médica en esa barriada. En el mediodía del 12 de octubre pasado, un muchacho "rubio y gordo", que parecía desorientado, la golpeó y le arrebató el handy cuando la mujer llegaba a la misma dirección.

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Patricia trabaja para la firma Emerger, pero iba en un auto particular.

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