| miércoles, 09 de junio de 2004 | Editorial Desde Rosario se puede La crisis argentina no sólo se relaciona con aspectos objetivos: en su cotidiana y renovada puesta en escena incide muchas veces el escepticismo, la certeza del fracaso como corolario inevitable de cualquier acción. El problema se acentúa en el interior, dadas las características unitarias de un país que parece no haber aprendido la lección histórica. Pero toda regla tiene su excepción y ayer, en la Casa Rosada, el presidente Néstor Kirchner entregó dos importantes subsidios a sendos grupos de científicos rosarinos, que recibirán fondos para actualizar y adquirir equipos de última generación. El trascendente reconocimiento emite un transparente doble mensaje: desde la ciudad también es posible plasmar con éxito proyectos ambiciosos y complejos.
Alejandro Vila, profesor de Biofísica de la Facultad de Ciencias Bioquímicas de la UNR e investigador del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (UNR-Conicet) contó, en diálogo con La Capital, pormenores del logro. "Hace once años que venimos trabajando para lograr esto y por fin se consigue. Realmente estoy muy contento", comentó el científico.
Y sin dudas que la suma de un millón ochocientos mil pesos recibida por el grupo amerita la alegría: sobre todo si se tiene en cuenta el nivel de tenacidad exhibido -once años de persistente lucha- y se agrega el detalle de que no pocos de los talentosos integrantes de este colectivo de trabajo han recibido tentadoras ofertas para radicarse y trabajar en el Primer Mundo.
Pero su elección, fruto de arraigadas convicciones y no ajena a una dosis de estoicismo, fue otra. Decidieron quedarse en su propia ciudad, contra el consejo de muchos. Lo ocurrido ayer demuestra que su resolución no fue errónea.
El equipo de resonancia magnética nuclear de moléculas biológicas que adquirirán con el subsidio será único en el país. Entre otras importantes aplicaciones, permitirá estudiar la estructura tridimensional de las proteínas y desarrollar diseños moleculares de fármacos. Aunque acaso su principal utilidad radique en la formación de nuevos investigadores.
Manuel González Sierra, director del Instituto de Química Orgánica y de Síntesis (UNR/Conicet) -institución que se hizo acreedora a 450 mil pesos-, dijo que la renovación del equipo de resonancia magnética nuclear a la que se destinará el monto permitirá dejar a punto a "un aparato que se estaba muriendo prácticamente, y se estaba reparando con un alambre por aquí y otro allá".
Ambas historias son ejemplificadoras, y no sólo por su final feliz. enviar nota por e-mail | | |