Se tensa la relación con los bonistas

El G-8 pide a Lavagna que negocie con los acreedores

A través de un vocero estadounidense, los países ricos le reclamaron buscar un amplio nivel de adhesión

El Grupo de los Ocho (G-8) reclamó ayer al gobierno argentino que renegocie su deuda con los acreedores privados conforme a los compromisos que el país asumió con la comunidad internacional y el Fondo Monetario Internacional (FMI). La presión llegó de la mano de un alto funcionario estadounidense quien hizo estas declaraciones en el marco de la reunión que el grupo de naciones más poderosas del mundo mantiene en Georgia.

"Pensamos que es muy importante que la Argentina trabaje con sus acreedores hacia una reestructuración exitosa de su deuda", dijo ayer un alto funcionario estadounidense.

"También es importante que Argentina cumpla con los compromisos que ha asumido con la comunidad internacional y el FMI, por lo que la realización de esta reestructuración de la deuda necesita estar en línea con esos compromisos", agregó.

De este modo, desde el exterior se intensificaron las presiones a la Argentina justo en el momento en que también, en el marco interno, la situación entre gobierno y acreedores locales comenzó a tensarse.

De hecho, ayer la Asociación de Damnificados por la Pesificación y el Default (Adapd) rechazó reunirse con autoridades del Ministerio de Economía para dialogar sobre la nueva propuesta lanzada la semana pasada por el gobierno.

"Nos estamos yendo", dijo Marcos Zelasco, un directivo de Adapd, ya que "el ministro (de Economía, Roberto Lavagna) dijo que se terminó la negociación. Realmente nunca hubo ninguna, la propuesta actual no la aceptamos en absoluto y seguiremos con los recursos legales", remató el dirigente.

De todos modos, la agrupación de bonistas argentinos señaló que no cancelaron definitivamente el encuentro sino que pidieron una postergación a la espera de recibir la información requerida a Economía. La aceptación de los ahorristas argentinos es clave para el gobierno ya que representan el 38 por ciento del total de la deuda a reestructurar.

En los fondos de pensión (AFJP), que poseen unos 16 mil millones de dólares en títulos en default, se mostraron decepcionados por la falta de contacto oficial. "Estamos esperando que se nos llame (para una reunión), pero hasta ahora nadie nos dijo absolutamente nada ni nos ha llegado nada de la propuesta", dijo una fuente cercana a la cámara que agrupa a las doce administradores.

Del lado de los acreedores extranjeros, un codirector del Comité Global de Tenedores de Bonos de Argentina (GCAB) que representa tenedores de bonos por 37.000 millones de dólares, dijo que era muy prematuro dialogar con el gobierno.

El Ministerio de Economía convocó a varios encuentros con acreedores locales y extranjeros esta semana para dialogar sobre la nueva oferta que propone reducir en un 60 por ciento la incumplida deuda de 99.400 millones de dólares, en lo que sería la mayor reducción de la historia.

El ministro Lavagna dijo el lunes que en estos encuentros "no se va negociar. Se negoció antes, hasta el día 30 de mayo. El 1º de junio el Estado soberano presentó su oferta y ahora en el mercado cada cual tomará la decisión que le convenga".

Los paíse ricos analizaron el tema de la deuda.