 | martes, 08 de junio de 2004 | Una mirada a lo que vendrá Tras el mal paso hay que apuntar a la Copa América y a los Juegos Olímpicos El seleccionado argentino dejó una pálida imagen luego de sus dos últimas presentaciones, por la derrota ante Brasil y por el aburrido empate ante Paraguay, por lo que abrió una serie de interrogantes de cara a la clasificación para el Mundial de Alemania 2006 y para las competencias que se vienen: la Copa América y los Juegos Olímpicos.
Nadie puede dudar de la honestidad brutal del entrenador Marcelo Bielsa, tanto en lo intelectual como en lo futbolístico, ya que ha dado sobradas muestras de capacidad y ética.
Pero parece que ahora con eso no alcanza. Porque los débiles rivales sudamericanos, sacando por obvias razones de esa lista a Brasil, le encontraron la vuelta para complicarlo y eso puede llegar a resultar de mucho riesgo para lo que se viene.
De todos modos, hay atenuantes que no pueden obviarse luego de las últimas dos presentaciones: Bielsa no tuvo en estos partidos, por distintas razones, a los posibles conductores.
Es probable que el funcionamiento con Aimar en condiciones, más el acompañamiento de D'Alessandro o Riquelme, hubiese sido totalmente diferente. Pero no estuvieron y no fueron reemplazados. Argentina no tuvo en estos partidos un conductor o, como dijo Bielsa, un Ricardo Bochini.
El interrogante pasa por saber si recién observó esa situación luego de los dos partidos, ya que si fue así es grave.
¿Acaso alguien pensaba que Luis González en Belo Horizonte frente a Brasil podía sacar de la galera un pase gol? La respuesta, clara y contundente, no hace falta ni aclararla.
Sin embargo, más grave fue esta ausencia ante Paraguay, ya que se sabía de su planteo defensivo y ese toque sutil, esa habilitación certera en los últimos metros fue -como reconoció Bielsa- lo que le faltó al equipo argentino.
¿Tenía alternativas? ¿Podía Bielsa reemplazar a los lesionados? ¿Tendría que haber convocado a un Bochini del fútbol local? Con el resultado puesto y observando las actuaciones es muy fácil responder que sí, ya que se pudo haber recurrido a la experiencia de Gallardo o a la capacidad de Leandro Romagnoli, por citar dos casos.
En medio de este panorama, hay algo que agrava la situación: la relación del público con el seleccionado es insostenible, porque Bielsa perdió el crédito al igual que muchos jugadores, como Crespo y el Kily González.
El recambio luego del injusto traspié en Corea y Japón no llegó, más allá de que Bielsa tiene a mano a los que podrían ser los nuevos símbolos del equipo, como Mascherano, Tevez, Saviola y Riquelme, entre otros.
Es bueno que Bielsa se mantenga firme en sus convicciones y sería saludable que vuelva a apostar por jugadores con buen pie, ya que estando todos los futbolistas en condiciones, como en los primeros partidos de la eliminatoria, el técnico los incluyó como titulares.
Ahora se vienen la Copa América y los Juegos Olímpicos. La base de estos equipos será de jugadores Sub 23, ya chicos con experiencia y que seguramente se transformarán en el recambio de una generación que ya no tiene el aval de la gente.
Con un equipo nuevo, manteniendo la propuesta ofensiva, buscando variantes en los nombres y en la táctica, es probable que Argentina haga un buen papel en las competencias que se vienen, ya que de lo contrario, se vendrá un camino sinuoso, con destino final incierto. enviar nota por e-mail | | |