 | martes, 08 de junio de 2004 | Un apretado resumen de éxitos comprobados Antonio Gasalla ofreció dos funciones de su revista "Destino de gloria" Un show sin riesgos sobre creaciones legendarias Rodolfo Bella / La Capital Antonio Gasalla pasó por Rosario con su espectáculo "Destino de gloria", que ofreció en dos funciones en el teatro Broadway. Lo acompañó un reducido elenco formado por cuatro bailarines, el actor Sebastián Borrás y la vedete María Gianmaría, junto a los cuales puso en la escena la mayoría de sus personajes televisivos.
El cómico mantiene intacto el contrato con su público, y en ese sentido no defraudó. Ofreció todos aquellos personajes que le acercaron popularidad masiva y a través de los cuales dispara desde hace más de una década acertadas ironías y críticas hacia una reconocida galería de tipos humanos.
Después de relatar cómo sería el show, Gasalla advirtió al público que ocupó la platea y la primera línea de palcos, que la música era una buena excusa para poner en clima a los espectadores. Así, cedió el escenario primero a una pareja de baile que interpretó un mambo y después a un bailarín que interpretó un malambo estilizado.
En el primero de sus monólogos el actor explicó por dónde pasa ese supuesto destino de gloria que da título al espectáculo, y que hace referencia a las frases previsibles que muchos políticos y otros personajes públicos incluyen en sus discursos.
El humorista prefirió no profundizar mucho más en esa línea ni hacer demasiadas referencias a la actualidad. Tampoco enfocó su trabajo en aspectos polémicos de la política argentina sino que se limitó a sobrevolar los aspectos más arquetípicos de la idiosincrasia criolla.
Entre los bloques de monólogos y los cuadros musicales Gasalla mostró los personajes clásicos de sus programas, entre los que faltó Soledad Solari como uno de los más conocidos.
A diferencia de lo que ocurría en sus programas de televisión y en otros espectáculos teatrales de la compañía, aquí el actor no contó con la compañía de Norma Pons. En su reemplazo estuvieron Borrás y María Gianmaría que complementaron con sobriedad los cuadros de Yolanda, Mamá Cora y la mucama Kika.
A pesar de la vigencia de los rasgos paródicos de las creaciones que expone el actor en escena, el espectáculo no sorprendió más allá de la comprobación de la versatilidad de Gasalla.
Dan cuenta de eso su transformación en escena en escasos minutos, mientras sin arriesgar demasiado cuenta algunos chistes que, según confesó, tomó prestados de Internet, mas otros nuevos y algunos bastante conocidos. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Gasalla destiló su habitual humor negro. | | |