 | martes, 08 de junio de 2004 | Lavagna dijo ayer que la negociación "está terminada" Se complican las tratativas entre el gobierno y los acreedores locales Bonistas argentinos rechazan una invitación de Economía y piden mayores precisiones sobre la nueva propuesta El ministro de Economía, Roberto Lavagna, dijo ayer que la etapa de la negociación con los acreedores privados está terminada y que es hora que los mercados decidan si aceptan la propuesta mejorada de la Argentina para la reestructuración de la deuda.
"Ya estamos en etapa de vender, de colocar los bonos en los mercados. La etapa previa ha terminado, ya se negoció, ahora son los mercados los que tienen que decidir", señaló Lavagna.
En tanto, anoche la Asociación de Damnificados por la Pesificación y el Default (Adapd) rechazó la invitación del gobierno nacional para la segunda ronda de diálogo por la renegociación de la deuda y solicitó una nueva fecha de audiencia por considerar que la oferta "tiene errores técnicos".
"Hemos pedido una postergación de la reunión hasta que nos aclaren la propuesta porque tiene errores técnicos y hasta que no quede todo claro no nos vamos a sentar a conversar porque si no sería un diálogo de sordos", dijo anoche Marcos Zelasco, directivo de Adapd.
La entidad tomó esta decisión durante un encuentro que se realizó en su sede y a pocas horas de que el gobierno nacional comenzara el diálogo con los acreedores privados, que estaba previsto realizarse a lo largo de esta semana. La decisión de Adapd podría influir en la Asociación de Ahorristas de la República Argentina (Aara) cuyo encuentro con el gobierno estaba programado para el próximo viernes.
Horas antes de iniciarse el diálogo Lavagna, anticipó la posición oficial: "ya estamos en la etapa de vender, de colocar los bonos en los mercados. Ahora el mercado es el que tiene que decidir", advirtió el jefe de la cartera económica.
El titular de Economía cargó además contra Nicola Stock, uno de los copresidentes del Comité Global de Acreedores, a quien recomendó que "se deje de golpear puertas", en referencia a los reclamos del lobista italiano para que el gobierno de su país y el de Estados Unidos presionen a la Argentina para que mejore aún más su oferta.
De esta manera, Lavagna salió al cruce de las versiones que surgieron desde distintos analistas del mercado sobre la posibilidad de nuevas mejoras en la oferta del gobierno argentino, que la semana pasada incluyó en la propuesta el pago de los intereses caídos y un plus por crecimiento que pagarán todos los bonos si la actividad económica mejora más del tres por ciento.
Con esta ofensiva se tensa nuevamente la cuerda entre el gobierno y los tenedores de bonos en default, aunque todavía queda un trecho por andar antes de que se defina la oferta definitiva.
El jefe de Gabinete, confiado Ayer el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, manifestó la confianza del gobierno en que los acreedores privados aceptarán la oferta para renegociar la deuda en cesación de pagos, a pesar de las opiniones en contrario de varias entidades financieras. "Me parece que hay buena predisposición por parte de los acreedores para analizar y aceptar esta oferta. Estamos confiados, no sentimos que vamos a tener un rechazo como preanuncian", dijo Fernández.
El funcionario vaticinó un "nivel de adhesión interesante" de parte de los bonistas y dijo sentir "una buena predisposición" para "analizar y aceptar" la nueva oferta.
"Yo no me animaría a decir que no están muy contentos. Me parece que están observando el esfuerzo que está haciendo el país, y me parece que hay buena predisposición, contrariamente a lo que muchos anuncian en Buenos Aires", dijo el funcionario.
El jefe de Gabinete salió así al cruce de las declaraciones del poderoso Comité Global de Acreedores (GCAB), que amenazó con boicotear la propuesta de restructuración de deuda que prevé una quita del 75 por ciento en el valor presente neto de unos 104.000 millones de dólares en juego.
Además, durante el fin de semana, representantes del ABN-Amro Bank, consideraron que "este canje no va a ningún lado", mientras que la casa de negocios Goldman Sachs declararon que "no son optimistas sobre la nueva oferta de la deuda".
En tanto, fueron los acreedores italianos los más críticos respecto de la nueva propuesta lanzada por el gobierno. Desde Italia, el Comitato Creditori Argentina (CAC) afirmó que "ninguno puede pensar en aceptar esta propuesta", aunque en las próximas horas los abogados que representan a los bonistas de Italia van a definir una estrategia.
Así lo aseguró ayer el titular del CAC, Mauro Sandri, quien afirmó que "es un tiempo de pago muy largo y es imposible que los acreedores italianos puedan aceptar una solución de esa naturaleza". enviar nota por e-mail | | |